
“El mundo se está dirigiendo hacia una era posantibióticos, en la cual muchas infecciones comunes ya no podrán curarse y, una vez más, comenzarán a matar con toda su fuerza". Expresó recientemente la Dra. Margaret Chan, Secretaria General de la Organización Mundial de la Salud.
"Los microorganismos capaces de producir enfermedades infecciosas son cada vez más resistentes a los antibióticos habituales y, por tanto, más difíciles de destruir, con el consecuente incremento de la gravedad y la muerte de los pacientes por esas afecciones.
Los antibióticos son sustancias producidas por diversas especies de microorganismos (bacterias, hongos) que destruyen o suprimen el crecimiento de otros microorganismos. Se agrupan bajo el nombre de antimicrobianos a todos los medicamentos utilizados en el tratamiento de las infecciones, incluidos los antibióticos.
Se han identificado cientos de antibióticos y muchos se han utilizado en la práctica clínica para el tratamiento de enfermedades infecciosas, pues estos compuestos son activos contra bacterias, hongos, ricketsias, espiroquetas, entre otros.
Pero en las últimas décadas se ha desarrollado un fenómeno de resistencia a los antibióticos que tiene causas variadas, pero una de las más importantes es la exposición del microorganismo a los diferentes medicamentos, ya que el antibiótico inhibe el crecimiento de unos microorganismos, pero no de toda la población microbiana; y estos, los no destruidos o inhibidos, se pueden multiplicar y hacerse cada vez más resistentes.
En general, en todas las enfermedades infecciosas se puede manifestar la resistencia, pero en los últimos años las grandes epidemias que azotan al mundo como la tuberculosis, que se había controlado con cierta eficiencia, ha resurgido con mucha agresividad y resistencia a los antibióticos clásicos.
Algunos creen en la efectividad de los antibióticos, que son una panacea, que sirven para cualquier tipo de infección. En el caso de los catarros comunes, por ejemplo, una de las causas más frecuentes de infecciones respiratorias, muchas personas creen que deben tomar antibióticos.
Sin embargo, se sabe que más del 80 % de las infecciones respiratorias altas son virales y por tanto que no se curan con antibióticos. En parte, conductas de este tipo son las "culpables" del fenómeno de resistencia a los antibióticos.
El uso indiscriminado e innecesario de antibióticos en el tratamiento de supuestas enfermedades infecciosas en el hombre es uno de ellos, pero también el uso de antibióticos en los animales por la Medicina Veterinaria es otro elemento que se está teniendo en cuenta.
Para enfrentarnos a este problema aconsejamos a cada ciudadano a no tomar ningún antibiótico si no es prescrito por un médico e informar al prescriptor cualquier utilización anterior de este medicamento.
Se recomienda que no debe haber ningún antibiótico en nuestro "botiquín", porque uno no sabe qué antibiótico va a necesitar cuando se enferme y, además, el medicamento se puede "vencer" y ocasionar problemas adicionales.
Los antibióticos comenzaron a utilizarse en el año 1936 con la introducción de la Sulfanilamida en la práctica clínica, pero su auge se produjo a principios de la segunda guerra mundial con el uso masivo de la Penicilina.
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