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Las cuevas de Punta del Este: La Capilla Sixtina del Arte Rupestre

Los primeros datos que se tienen de las cuevas de Punta del Este, ubicadas al Sureste de Isla de la Juventud, fueron recogidos en 1903 por Charles Berchon, geógrafo francés. Pero no es hasta 1922 que se logran las primeras informaciones de interés arqueológico, con la visita que efectuara a la cueva el científico cubano Fernando Ortiz, quien aseguró se trataba del descubrimiento de los restos de un "templo precolombino".


Este artículo es de hace 16 años
Los primeros datos que se tienen de las cuevas de Punta del Este, ubicadas al Sureste de Isla de la Juventud, fueron recogidos en 1903 por Charles Berchon, geógrafo francés. Pero no es hasta 1922 que se logran las primeras informaciones de interés arqueológico, con la visita que efectuara a la cueva el científico cubano Fernando Ortiz, quien aseguró se trataba del descubrimiento de los restos de un templo precolombino.

Desafortunadamente, no fue hasta el año 1967 que se inició una verdadera labor de rescate y conservación de estas cuevas que para entonces ya habían sido severamente mutiladas por los antiguos pobladores que hicieron de ellas su hogar. Además de haber saqueado los objetos precolombinos, los pobladores del lugar dañaron con el hollín de sus cocinas de carbón los pictogramas que, definitivamente, constituyen el principal atractivo de dichas cuevas.

Más de 230 pictogramas se encuentran dibujados en las cinco cuevas de Punta del Este, en un espacio cavernario de más de veinte metros de ancho por otros tantos similares de profundidad. La magnitud de estas imponentes pinturas murales desarrolladas en paredes y techos de estas cuevas le han valido el nombre de "La Capilla Sixtina del Arte Rupestre"

Los dibujos de Punta del Este, son lineales, abstractos y geométricos, predominando los trazos curvilíneos. La posición de los mismos es totalmente simbólica y los colores escogidos son el negro y el rojo. Según la prueba de carbono-14, la antigüedad de los mismos data de 850 años DNE, aunque se piensa que sean más antiguos.

Entre las alusiones simbólicas de estos pictogramas, está la que alude a la sucesión de los días y las noches en el calendario de culto. 28 círculos concéntricos, dentro de los que sobresale una flecha roja, representan el mes lunar.

Cada día, los rayos de sol penetran a través del portal de la cueva más importante (No. 1) siguiendo esta ruta astral e iluminando diferentes secciones de este mural. En mayo 21, fecha que corresponde, al equinoccio de primavera, un rayo de sol penetra por un agujero del techo y va a parar al centro de una piedra redonda situada en el centro de la caverna.

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