En el Palacio del Segundo Cabo, en La Habana, fue presentado por Eusebio Leal, historiador de la ciudad, el libro Monumentos nacionales de la república de Cuba, que registra y ofrece información de los bienes y sitios distinguidos con esa condición, la de Monumento nacional, hasta el año 2013.
Ante un público encabezado por Abel Prieto, asesor del presidente cubano Raúl Castro, y Julián González, ministro de Cultura, se presentó este libro, con casi 300 páginas y excelente factura, de lujo, que lo convierte en mercancía inalcanzable para los bolsillos de la mayor parte de los cubanos.
Publicado por el Consejo Nacional de Patrimonio Cultural a través de Collage Ediciones, y dedicado a Marta Arjona, una de las pioneras en la implementación de la política de conservación del legado cultural cubano, Monumentos nacionales de la república de Cuba está profusamente ilustrado, con hermosas fotos de los monumentos descritos y catalogados en el libro.
En la creación colaboró un colectivo de autores, quienes se ocuparon en suministrar la suficiente cantidad de información cultural, política e histórica como para el volumen se convierta en un valioso material de consulta para investigadores, estudiantes, guías de turismo y para todo aquel que se acerque al patrimonio cubano, en tanto funciona también como una guía de turismo particularmente informativa, profunda y hermosa.
Se reseñan unos 265 sitios naturales o culturales, o marcados por la acción combinada del hombre y la naturaleza, nueve de ellos, los que encabezan la publicación, incluidos en la Lista del Patrimonio Cultural de la Humanidad. En cada reseña o información se recurre a las fuentes de la Comisión Nacional de Monumentos y los expedientes científicos de cada sitio.
Por supuesto que en el libro aparece el Centro Histórico de La Habana Vieja y su Sistema de Fortificaciones Coloniales, que fue el primero en ser declarado en ser declarado Patrimonio de la Humanidad, en 1982. Luego, está el Centro Histórico de Trinidad y su Valle de los Ingenios, representativo del urbanismo de los primeros asentamientos fundados en América en el siglo XVI. Diez años después de que se declarara a Trinidad Patrimonio Mundial, la UNESCO confirió esta alta distinción al Castillo San Pedro de la Roca de Santiago de Cuba, expresión de los principios de la ingeniería militar renacentista adaptados a los requerimientos de las potencias coloniales europeas en el Caribe.
Y en 1999, el Valle de Viñales, ese paisaje de mogotes rodeados de campos de tabaco, quedó inscrito en la selectiva Lista, junto con el Parque Nacional Desembarco del Granma, localizado al sur del oriente cubano, y que es el mayor y más conservado exponente mundial de los sistemas de terrazas marinas sobre rocas calcáreas.
Entre 2000 y 2008, se engrosó la lista de los monumentos nacionales cubanos inscritos como Patrimonio Cultural de la Humanidad con cuatro nuevos entornos: el Paisaje Arqueológico de las Primeras Plantaciones Cafetaleras en el Sudeste de Cuba; el Parque Nacional Alejandro de Humboldt; el Centro Histórico Urbano de Cienfuegos, y Centro Histórico Urbano de Camagüey.
El libro Monumentos nacionales de la república de Cuba resume los valores fundamentales de estos y muchos otros lugares extraordinarios, aporta varias fotos, ubicación en un mapa, menciona la provincia y municipio en que está enclavado cada monumento, así como la resolución que lo declara Monumento Nacional y la fecha de su declaración como tal.
Al decir del Historiador de La Habana, la familia cubana debe conocer de su patrimonio material y espiritual, y los niños en la escuela deben tener como asignatura, el conocimiento de sus museos y monumentos, y deben conocer también a las personas que a lo largo de décadas se consagraron a preservarlo, desde el más absoluto anonimato.
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