
Este artículo es de hace 15 años
Son varios los clubes especializados que brindan información a quienes deseen conocer sobre sus perros, pues es necesario fomentar una cultura encaminada al cuidado y desarrollo de la raza canina.
No son pocos los padres que, para satisfacer un capricho de los hijos o premiarlos por las excelentes notas, les regalan una mascota, que en su mayoría son perros. El niño lo ve como un juguete nuevo de su colección, con la diferencia de que este camina, se mueve y trasmite emociones mediante ladridos.
Pero esa no es solamente la visión del infante. Los padres, desconociendo las características fenotípicas y genotípicas del animal, lo adquieren pensando que este va a ser un buen amigo para sus hijos. No obstante, si el niño es mordido por el perro o ese manifiesta una actitud agresiva, deciden deshacerse de él sin tratar de entender por qué el cachorro se comporta así.
Llegan los Boxer a Cuba
Esta especie canina surge en Alemania cuando un grupo de especialistas intenta, mediante el cruce entre el Bullenbesisser y el Bulldog, obtener una nueva raza que tuviese movimientos perfectos, fuerza, sustancia refinada, en esencia, un animal corajudo, equilibrado, inteligente, y poseedor de un potencial ideal para la defensa.
También trabajaron en la línea genética de los progenitores del Boxer, y en función de obtener un perro de vigilancia, eliminaron el exceso de blanco del Bullenbesisser y disminuyeron la pesadez del Bulldog. Así, quedó como máximo en la norma actual, un tercio del cuerpo del animal de color blanco.
El Boxer es enérgico, de tamaño medio, de estructura corta y complexión cuadrada con sólidos huesos. Sus músculos son delgados, posee movimientos ágiles y llenos de fuerza. Tiene el pelo corto, brillante y bien pegado a la piel, y su peso oscila entre 30 kilogramos para un macho de 60 centímetros, y 25 para una hembra de 56. En cuanto a su carácter, se manifiesta como un animal dócil, leal a su amo, inofensivo y un excelente guardián, poseedor de un temperamento alegre y amigable.
Esta raza no es autóctona de nuestro país, al finalizar la Segunda Guerra Mundial, Estados Unidos compra el primer boxer a Alemania, y en los años 55 y 56, del pasado siglo, familias aristócratas habaneros viajaron a tierras norteamericanas y compraron algunos ejemplares. A partir de entonces comienza la expansión de la raza en Cuba.
En la actualidad el club de boxer se dedica, en primera instancia, al mejoramiento y perfeccionamiento del standard de la raza mediante el cruzamiento selectivo, valorando las características fenotípicas y genotípicas del animal y utilizando los procedimientos establecidos, a saber, pruebas estadísticas, pruebas de confirmación (estructura–morfología) y pruebas de caracterología, entre otras.
El Club posee una vasta bibliografía a disposición de sus afiliados, además imparte conferencias y propicia reuniones con especialistas de la salud y prevención de las enfermedades en los animales. La institución cuenta con un área de entrenamiento, la cual realiza sus actividades todos los domingos a las 9 de la mañana en el Parque Metropolitano de La Habana. Allí se preparan los atletas caninos que participarán tanto en competencias nacionales como internacionales. De esos entrenamientos han salido campeones mundiales de la talla de Wovankan Wilow, monarca internacional y de la titular nacional Fama Arquis De Futuro.
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