El abuso en la uso de equipos electrónicos en niños puede provocar trastornos en el crecimiento por la alteración en el patrón del sueño. Se sabe que la hormona de crecimiento tiene un ritmo de secreción relacionado con el sueño.
A los niños no se les debe permitir usar este tipo de equipos por más de dos horas al día para evitar malos hábitos.
Si los adolescentes comienzan a dormir muy tarde debido al uso de aparatos como tablets, celulares o el uso de Internet debe regularse el alcance de estos dispositivos e incluso los padres deben supervisar la hora en que van a la cama.
Lo que se recomienda es que los chicos se acuesten entre las ocho y las nueve de la noche, evitar dispositivos electrónicos por más de dos horas y sobre todo evitarlos en horario de la noche.
Los niños crecen mientras duermen, si duermen bien comienza a formarse la hormona del crecimiento de manera normal, la hormona hará su función, y ésta actúa de manera más eficiente mientras se está profundamente dormido, es por eso se deben tener buenos hábitos de sueño.
En ocasiones los padres de familia se enorgullecen de que los niños sean capaces de manipular hábilmente los equipos electrónicos a edades tempranas; sin embargo, con ello casi siempre se sustituye tal actividad por otras como hacer ejercicios físicos, jugar a las "casitas", juegos de participación colectiva, etc.
Montar bicicleta o correr llega a ser una actividad secundaria, y se propicia el sedentarismo, con lo cual no se estimulan lo suficiente los huesos, necesario para seguir creciendo.
Hay que tener en cuenta que cuando un niño no crece lo suficiente se afecta su autoestima, un chico que no alcanza la estatura que le correspondía cuando llegue el momento de su pubertad, que es la etapa del estirón puberal y alcanzan su estatura final.
El ritmo de crecimiento de un niño en la pubertad depende de factores genéticos y de maduración pero también de los hábitos de vida.
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