Tropicana, un paraíso bajo las estrellas

Tropicana es el nombre de uno de los más famosos cabarets cubanos de todos los tiempos.

Sus orígenes se remontan a 1939, cuando un empresario compró aquellos terrenos para instalar una especie de restaurante con animación, estilo night club, para al menos 300 personas.

Seguidamente fue dotado con salones de juego, convertidos con el tiempo en parte de uno de los casinos más concurridos del continente americano.

Afortunadamente, su fundador tuvo la idea de mantener, tanto como le fue posible, la arboleda de la finca Villa Mina, donde se levantó este centro nocturno; lo que hoy le dio al cabaret un aire tropicalísimo, al estar incrustado en una especie de bosque con árboles de gran tamaño como palmas reales, mamoncillos, mangos, cedros y otros. No por gusto, una de las distinciones de Tropicana es ser “un paraíso bajo las estrellas”.
Este recinto tiene hoy capacidad para un millar de personas distribuidas alrededor del escenario o pista móvil, rodeado de palmeras y pistas aéreas que utilizan los artistas en el show.

Los espectáculos suelen comprometer la participación de un centenar de artistas entre bailarines y músicos. Por allí pasaron figuras de la talla de Bola de Nieve o Rita Montaner, como en la actualidad lo hacen otros virtuosos de la canción cubana contemporánea.

Para quienes prefieran ambientes más reposados dispone de otras salas más íntimas, con un encanto diferente, pero nunca comparable al Gran Salón Bajo las Estrellas.
Símbolo de este símbolo de las noches habaneras es la figura de una bailarina esculpida en 1950 por la fallecida artista cubana Rita Longa. Otra obra que llama la atención al arribar al cabaret es La Fuente de las Musas, del artista italiano Aldo Gamba, instalada a la entrada desde 1952.

Para llegar a Tropicana hay que desviarse por la esquina de 43 y 72, en el municipio de Playa, a través de un frondoso paseo que conduce al cabaret.

En 1992, la Academia Norteamericana de la Industria de Restaurantes dio a Tropicana el premio Best of the Best Five Stars Diamond al mejor Cabaret de las Américas, no solo reconociendo la categoría de este, sino, también, rindiendo tributo a una historia de más de medio siglo, ya en aquel entonces.