La casa, situada en la parte de arriba del árbol, es un paraíso, pero los inspectores dicen que esta, se construyó sin permisos; que incluso los permisos sanitarios son violados y que no es segura, que su vida corre peligro, y le dieron un plazo de 90 días para que desalojara.
Su dueña, asegura que la casa resistió los embates del huracán Andrew.
Cuenta con sala, cocina, y hasta un ático, donde ella duerme porque "el piso principal", lo tiene rentado a una inquilina.
Tiene hasta un pequeño estanque, que funciona como piscina, donde el agua cae fresca, como de un manantial.
Está integrada perfectamente al medio ambiente.
Es un paraíso, decíamos, pero su dueña tiene que irse porque será demolida su casa, situada en la copa de un árbol.
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