A través de la puesta en escena del unipersonal Con Devoción, a cargo de la actriz Yuliet Montes, de Teatro de la Utopía, se inauguró en Pinar del Río la nueva sala-teatro, la única que en Cuba lleva el nombre de uno de los más importantes dramaturgos cubanos de todos los tiempos.
Con Devoción se apoya en un texto de Virgilio Piñera que no es teatral, y para interpretarlo Yuliet Montes debió investigar sobre la cantante lírica cubana Natalia Arostegui, a quien está dedicada la obra. Precisamente en el lobby de la sala recién inaugurada se exhibe una copia del texto que le dedicara Virgilio a la cantante en 1938.
En el espectáculo de apertura, también participó la compañía de Rosario Cárdenas, que tiene todo un camino recorrido en cuanto a reactivar el legado de Virgilio. En esta ocasión la compañía Danza Combinatoria regaló al público fragmentos de las puestas en escena Dador, Las 7 en punto y En el Insomnio.
Aunque Piñera estuvo solo dos veces en Pinar del Río, no es casualidad que en esta provincia se haya creado la nueva sala-teatro. En esa ciudad vivió su hermano Vinicio, y su sobrina Yadira Piñera, profesora universitaria que promovió, junto con su padre, proyectos de investigaciones sobre la obra de su célebre pariente, e incluso lograron que se incluyera en los planes de estudio de la carrera universitaria de Español y Literatura.
La nueva sala-teatro se ha creado en el local que antes ocupaba el cine El Pionero, en un espacio atacado por las ruinas y el abandono, como la inmensa mayoría de los cines en Cuba. Ahora, en la remozada fachada se muestra, junto a la imagen del paraguas que Virgilio llevaba a todas partes, una imitación en grande de su rúbrica. La sala tiene capacidad para unas 80 personas y condiciones acústicas muy notables, además de un mobiliario nuevo y un adecuado sistema de audio, luces y climatización.
Desde la nueva sala, el grupo Teatro de la Utopía asume el reto de perpetuar la vida y obra del destacado poeta y dramaturgo cubano, hoy honrado como una celebridad pero silenciado, vituperado y olvidado durante muchísimos años. Y a la paradoja del homenaje actual a una figura muchas veces excluida de los principales cenáculos oficiales, se refirió Reinaldo León, director del Teatro de la Utopía cuando dijo que “la presencia física de este lugar no es el resultado de la paradoja del absurdo: es la confirmación del triunfo del trabajo sobre lo absurdo”.
“Gracias por recordar a Virgilio”, dijo Juanito Piñera, sobrino del escritor, y añadio que "esta sala pudo haber sido en la natal Cárdenas de mi tío, en Camagüey, donde transcurrió parte de su vida... pero fue en Pinar del Río y eso ya es algo grande”.
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