Everett Miller, un hombre de 45 años que prestó servicio en la Infantería de Marina y que recientemente fue sometido a una evaluación psiquiátrica por parte de la policía, fue arrestado en un bar de Kissimmee, Florida, y enfrenta cargos de homicidio premeditado por la muerte del policía Matthew Baxter y por dejar gravemente herido al sargento Sam Howard en la noche del crimen.
Los hechos ocurrieron este viernes cuando el oficial Baxter se encontraba "chequeando" a tres personas, entre ellas Miller.
El comandante de la policía de esa ciudad, Jeff O'Dell, dijo que el chequeo "era de rutina", aunque el lugar donde ocurrieron los hechos es un conocido vecindario, notorio por su actividad de drogas.
Según el reporte, Miller se enredó en una trifulca con el oficial Baxter, tomó un arma y le disparó a él y a Howard para luego darse a la fuga.
O´Dell dijo que los oficiales no portaban cámaras corporales, por lo que el relato de lo sucedido se realizó a partir de la declaración de los testigos en la escena.
El gobernador de Florida Rick Scott escribió en su cuenta de Twitter que estaba acongojado por la noticia de la muerte de Baxter y que oraba por una pronta recuperación de Howard.
También el presidente Donald Trump envió un mensaje este sábado por la mañana en el que decía estar orando por el bien de los policías de Kissimmee. ¡Estamos con ustedes!", escribió.
Horas antes, en Jacksonville, otros dos policías también resultaron heridos, cuando acudieron a un llamado efectuado al 911 que indicaba que tres personas se encontraban en peligro dentro de una vivienda en la que un individuo pretendía suicidarse.
Al llegar a la escena, fueron recibidos a balazos y uno de ellos resultó herido en ambas manos, el otro recibió un impacto de bala en el estómago.
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