¿Qué hacer si sólo tengo 24 horas en una ciudad como La Habana?

Supongamos un escenario como este: no vivimos en La Habana y queremos hacer todo lo que podamos en tan sólo 24 horas. Bañarnos en la playa, conocer un poco de historia y arte, bailar, ir a algún concierto, salir de bares, y que nos sorprenda el amanecer todavía de fiesta.

Pues siempre hay cómo hacerlo. La ciudad te regala algunas maravillas que podrías disfrutar.

Aquí te guiamos:

1- Si quieres ir a la playa, pásate unas horas de la mañana en alguna playa del este como Santa María o Mar Azul.

2- Luego llégate a Almorzar a Los Nardos, y de paso ves el Capitolio, el Gran Teatro Alicia Alonso, El Teatro Martí con sus 100 puertas, el Hotel Saratoga donde se han quedado muchas celebridades en los últimos tiempos.

3- Ya que estás en la Habana Vieja, si quieres ir a algún museo puedes visitar los de Bellas Artes, y si prefieres la historia, el Museo de la Revolución.

4- Si estás en plan demasiado turístico, de paso te tomas en esa zona un daiquirí en El Floridita o te llegas a la Bodeguita del Medio y pides un mojito para refrescar.

5- Como estás poco tiempo y lo debes aprovechar al máximo, móntate en un almendrón y llégate a El Vedado.

6- Si es jueves, recomendamos la peña del trovador Ray Fernández en el Diablo Tun Tun.

7- Si es cualquier otro día de la semana, recorre la Plaza de la Revolución y camina por La Rampa habanera.

8- Se hace tarde, ya tienes que comer para seguir la andanza, llégate al Cocinero, para que tengas en su terraza una vista espectacular.

9- El Cocinero es estratégico, pues al lado está la Fábrica de Arte Cubano, muy visitada por los que viajan a Cuba en los últimos tiempos. Podrás tener acceso a conciertos, obras de teatro, exposiciones de arte…

10- Si quieres seguir la noche habanera, vete a algún bar en la calle 23, el King Bar, el Bar de F, por ejemplo.

11- Pero como sólo tienes 24 horas, y no las puedes derrochar, si alguno de los bares cierra vete a terminar tu estancia al malecón. El malecón es ese lugar en el que casi todos hemos terminado la noche alguna vez, hasta que llegue el amanecer.