Mariela Castro Espín, directora del Centro Nacional de Educación Sexual (CENESEX) en la Isla espera que el nuevo presidente de Cuba la apoye en “su lucha” como lo hacía su padre Raúl durante su periodo como presidente del país.
"Lo que hizo como primer secretario del Partido Comunista y como presidente (...) fue liderar cautelosamente el camino hacia un nuevo consenso", dijo Mariela refiriéndose a Raúl, en declaraciones recogidas por la agencia AFP.
En Cuba los homosexuales sufrieron una fuerte presión del Gobierno, cumplieron condenas injustamente y les marginaron en centros labores, universidades y escuelas. Aunque este panorama cambió aparentemente luego de que el propio régimen reconociera que se había equivocado, muchos homosexuales y trans continúan denunciando acoso por parte del Gobierno.
Este ha sido mucho más silencioso y solapado en los últimos tiempos desde que Mariela Castro, hija de Raúl y sobrina de Fidel, se convirtiera en el rostro público de una institución que “lucha” por la comunidad LGTBI en Cuba.
Muchos gays opinan que Mariela apoya a quien le conviene y que sus actitudes son tan dictatoriales como las de su padre. No obstante una parte se ha visto beneficiada con las reformas y proyectos que ha llevado adelante el Cenesex.
Ahora ella quiere que Cuba acepte el matrimonio entre personas del mismo sexo, algo que hace años está discutiéndose en la Isla pero que al parecer su padre prefirió que la respuesta definitiva no cayera sobre sus hombros.
Le tocará a Díaz-Canel, de quien dicen que apoyó muchísimo a los homosexuales en Santa Clara cuando dirigía el Partido Comunista en la provincia.
Francisco Rodríguez, periodista oficialista, activista por los derechos de la comunidad LGTBI en Cuba y amigo personal de Mariela, confía en que sí.
"Mostró sensibilidad sobre el tema”, dijo al citado medio refiriéndose al apoyo que este le diera al proyecto El Mejunje en la década de los 90.
En el primer mes como presidente a Díaz-Canel le ha tocado un accidente aéreo en el que 111 personas perdieron la vida y dos están en estado crítico. Le tocará enfrentarse a un país en quiebra, con dirigentes corruptos y donde ni él mismo como presidente manda. Las decisiones importantes las seguirá tomando Raúl, así lo dijo.
Pero aparentemente en lo importante, Díaz-Canel dará la cara y con ello asumirá cada error. Hsta hace unas semanas estaba inmerso en los problemas de la basura en La Habana, los alimentos y el ejercicio meteoro. No ha tenido tiempo para Mariela en público.
En marcha anual contra la homofobia el 14 de mayo pasado el presidente no estuvo -tampoco Raúl participó en ninguna de ellas- pero envió a sus hijos quizás como muestra de su apoyo. Jenny y Miguel, hijos del anterior matrimonio de Díaz-Canel, cerraron el evento con su banda musical.
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