Un trabajador del Hospital Amalia Simoni de Camagüey exigió a las autoridades sanitarias cubanas el aislamiento del personal de salud que labora en la llamada “zona roja” de esa ciudad, en la provincia del mismo nombre, para prevenir la propagación del coronavirus.
Identificado como enfermero intensivista de la mencionada institución de salud, Yosnier Álvarez compartió en redes sociales el martes un mensaje dirigido al ministro de Salud, José Ángel Portal Miranda, en que le plantea sus inquietudes.
“El motivo de mi misiva es el de comunicarle que hace poco se nos ha informado que debemos trabajar en la zona roja de esta institución sin aislamiento, decisión con la cual no estamos de acuerdo la mayoría del personal que actualmente y por más de un año hemos dado nuestro paso al frente en está difícil batalla”, dice.
“Debo aclarar que no nos rehusamos a continuar nuestro trabajo en la zona roja. Solo reclamamos seguridad para nuestros familiares quienes se verían expuestos al riesgo de contagio por contacto con nosotros”, explica.
Álvarez denuncia que los trabajadores de la institución son amenazados por el director Dr. José Luis Pérez Lugo, con ser despedidos del hospital si se niegan a trabajar en la zona roja sin aislamiento.
“Me pregunto: ¿Dónde quedaron la consideración y el respeto hacia quiénes nos hemos sacrificado por algo más de un año para con su pueblo y sus pacientes? ¿Dónde está la consideración y el respeto para con nuestros familiares, que también se han visto privados de nuestro cariño y nuestros cuidados?”, escribe.
“No exigimos condiciones de lujo no atenciones esmeradas... Exigimos se nos reconozca nuestro sacrificio y el de nuestras familias al escucharnos y no imponer criterios arbitrarios”, expresó.
Al comienzo de la pandemia, los trabajadores sanitarios laboraban varios días en zonas de riesgo de infección y luego cumplían un protocolo de aislamiento antes de volver a reunirse con sus familiares, como ocurría en el caso del Instituto de Medicina Tropical “Pedro Kourí”.
Sin embargo, al parecer, con el incremento acelerado de los casos y el momento tenso que vive el país hoy respecto al manejo de la pandemia, tales procedimientos han sufrido cambios. Anteriormente, estudiantes de medicina denunciaban chantajes y amenazas por negarse a realizar pesquisas en las comunidades, a riesgo de contraer la enfermedad o infectar a personas cercanas.
Varios compañeros de Álvarez mostraron el respaldo a sus palabras en los comentarios a la publicación. “(…) Es injusto por lo q estamos pasando y obligados hacer después de luchar contra la pandemia tanto tiempo lejos de la familia para que en un día lo echen todo a perder”, escribe uno.
“Así es, colega, solo pedimos eso porque estamos poniendo en riesgo a nuestras familias, ojalá que se escuche lo que estamos pidiendo, porque es injusto”, lamenta otro. “Estoy completamente de acuerdo, exijamos que nos cuiden y tengan presente que tenemos familias y también tenemos que velar por ellos, que por mucho cuidado que tengamos, si se trabaja arriba de la caliente se corre el riego de contagiarse”, sostiene un tercer trabajador del sector.
El gobierno cubano decretó el martes la fase de transmisión comunitaria del coronavirus ante el notable incremento de casos confirmados en los últimos 15 días, con la circulación de cepas altamente contagiosas. El Grupo Temporal de Trabajo del Gobierno aprobó un nuevo plan de medidas, que incluyen reforzar la vigilancia epidemiológica y garantizar el aseguramiento médico.
Hace diez días, un médico de 34 años, de Camagüey, figuró en la lista de fallecidos por coronavirus en Cuba que informó el Ministerio de Salud Pública en su parte del 20 de junio. El Ministerio de Salud Pública precisó que el doctor tenía antecedentes patológicos de Hipertensión Arterial, Obesidad e Insuficiencia Venosa Periférica.
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