La fábrica de cemento Siguaney, en Sancti Spíritus, reanudó sus producciones tras permanecer cerrada durante siete meses, en parte por la necesidad de una inversión en los hornos donde se prepara el material.
Gonzalo Reina Aguilar, director de la fábrica, explicó que otro factor que hizo posible la arrancada de esa industria es la paulatina disminución de los apagones en Cuba, situación que detuvo el trabajo de las entidades con elevados consumos de energía.
Desde que reanudó sus labores, en los hornos de la fábrica Siguaney se han procesado mil toneladas métricas de clínker (el principal componente del cemento Portland, el más común y, por tanto, del hormigón); así como 500 toneladas de cemento gris, un material de la construcción altamente demandado en Cuba y que se comercializa en Sancti Spíritus y Ciego de Ávila, según el periódico Escambray.
El director de la empresa no especificó cuál es el plan para el 2022 ni abundó sobre su cumplimiento, aunque es de suponer que no se alcanzará la meta, si se tiene en cuenta que por más de medio año estuvo sin trabajar.
En octubre, Siguaney estaba en la lista de empresas de Sancti Spíritus que generaban pérdidas económicas, resultado de la implementación de la Tarea Ordenamiento, que redujo los niveles de producción y elevó los precios de sus elaboraciones.
A inicios de este año, el gobierno cubano fijó el precio del cemento de producción nacional y estableció un listado, en dependencia del formato y la categoría del mismo.
La bolsa de cemento blanco CAB-16 que se vende en bolsas de 42,5 kg cuesta 183.00 CUP, y el gris 79.00 CUP, según establece la resolución 126/2021, del Ministerio del Comercio Interior.
Antes de que comenzara el 2022, el ministro de la construcción de Cuba, René Mesa Villafaña, prometió que se producirían en el país 1,4 millones de toneladas de cemento; pero la crisis general que atraviesa el país provocó el incumplimiento de este plan; y las consecuencias se pueden apreciar en el déficit de materiales para reparar o levantar casas, incluidas las afectadas por el huracán Ian, en Pinar del Río.
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