El Cuatro Esquinas es una versión urbana del rey de los deportes que se juega en los barrios de La Habana, Cuba, y el cual se ha ido transmitiendo de generación en generación por los habitantes de esta ciudad. Al parecer, el origen de este juego se debe a la creatividad de los habaneros, tras la falta de los implementos deportivos necesarios para jugar al béisbol de la forma adecuada. Las reglas del juego son simples. Cuatro jugadores por equipo, tres en el jardín y uno en primera base. Las bases se recorren caminando, de lo contrario se marcará out por regla. Únicamente se puede correr a una base para regresar a ella una vez alcanzada. La pelota, generalmente de goma, se golpea (o batea) a mano limpia y en su trayectoria óptima debe volar pegada al asfalto. Si pica de aire más allá de la línea entre las bases es automáticamente out y si se captura de aire los outs son tres y la entrada queda liquidada. Una pelota que rebote muy alto y por tanto demore demasiado en caer para poder ser capturada y sacar al bateador, es declarada foul. Lo único que se necesita para jugar al Cuatro Esquinas, es una pelota de goma y cuatro bases. "Se puede jugar en donde sea, en una cancha de básquet, en una cancha de fútbol, en un campo de béisbol y hasta en la sala de la casa", compartió Carlos Tabares, beisbolista cubano, a Red Bull. Generalmente, la pelota que se utiliza es una pelota de tenis sin la cubierta de tela para un mejor rebote de la esférica.
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