Viernes, 7 Marzo, 2008 - 17:47
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Este artículo es de hace 17 años
Los presidentes de Colombia, Ecuador, Venezuela y Nicaragua dieron
por superada este viernes la crisis desatada tras la incursión
colombiana a territorio ecuatoriano, lo que desvaneció los temores de
una escalada bélica en América Latina, durante la cumbre del Grupo de
Río.
"Con el compromiso de no agredir nunca más a un país hermano
y el pedido de perdón, podemos dar por superado este gravísimo
incidente" de la incursión militar colombiana a Ecuador, dijo el
presidente ecuatoriano Rafael Correa a su homólogo colombiano Alvaro
Uribe.
Luego que se calmaron los ánimos en la XX Cumbre del Grupo
de Río en Santo Domingo, Uribe estrechó las manos de sus colegas de
Ecuador, Venezuela y Nicaragua, en medio de una ovación de los demás
mantadatarios asistentes.
El presidente de Venezuela, Hugo
Chávez, ayudó a distender el ambiente al declarar "estamos a tiempo" de
detener la crisis, lo que calmó los ánimos luego de un duro altercado
inicial entre los mandatarios de Colombia y Ecuador.
La cumbre
giró en torno a la crisis desatada por un ataque militar colombiano en
suelo ecuatoriano contra una base de las FARC, que se saldó el sábado
pasado con una veintena de muertos, entre ellos el número dos de esta
guerrilla, Raúl Reyes.
"Es tiempo de reflexiones y acciones,
estamos a tiempo de detener una vorágine de la cual pudiéramos
arrepentirnos y no sólo nosotros sino nuestros pueblos, hijos y
comunidades no sabemos durante cuánto tiempo", dijo Chávez en su
discruso, en un tono que contrastó con sus duras declaraciones de la
última semana.
"Paremos esto", enfatizó Chávez, quien pidió a los
presidentes que "reflexionemos, pongamos cabeza fría, (porque) si
seguimos, sigue calentándose esto" y sus palabras conciliadoras fueron
elogiadas por el mandatario anfitrión, Leonel Fernández.
Chávez
llamó a "buscar una salida entre gente racional" a la crisis y su tono
conciliador ayudó a restablecer la calma en la cumbre, luego del duro
altercado entre Uribe y su colega ecuatoriano Rafael Correa.
Antes
del discurso de Chávez, la presidenta argentina Cristina Kirchner pidió
a sus pares de Ecuador y Colombia que actuaran con mayor racionalidad y
"no con actitudes que a veces nos adjudican a las mujeres". Su
intervención fue celebrada por varios mandatarios.
El presidente
Uribe mencionó una serie de cartas de Reyes, obtenidas por el gobierno
colombiano, que según él muestran los vínculos de las FARC con el
mandatario ecuatoriano, lo que fue negado con énfasis por Correa.
El
mandatario colombiano pidió a Correa que investigue esos documentos y
dijo que entregará las cartas "a la Corte Penal Internacional y a la
justicia de los países referidos".
Correa rechazó de inmediato esas acusaciones, afirmando: "estas manos no están manchadas de sangre".
"Rechazo
que mi gobierno haya colaborado con las FARC, las mentiras se derrumban
por sí solas", añadió Correa, y propuso la creación de "una fuerza
internacional para que controle la frontera que Colombia no sabe o no
puede controlar con sus políticas militaristas".
La crisis
generada por la incursión militar colombiana, por la que Uribe volvió a
pedir "perdón" este viernes y de la que reconoció no haber informado a
su homólogo ecuatoriano, provocó esta semana la ruptura de relaciones
de Venezuela, Ecuador y Nicaragua --tres gobiernos aliados de
izquierda-- con Colombia, apoyado abiertamente por el gobierno de
Estados Unidos.
Tras superarse la crisis en Santo domingo, Nicaragua anunció que reanudaba sus relaciones diplomáticas con Colombia.
Por
otra parte, durante el transcurso de la cumbre en Santo Domingo, en
Bogotá se anunció la muerte este viernes de otro miembro de la cúpula
de las FARC, Iván Ríos, en territorio colombiano.
Fuente: AFP
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