
La ampliación de 100 nuevas capacidades de hospedaje por encima de las 54 existentes, dada la demanda, ratifica el potencial de la playa María la Gorda, Centro Internacional de Buceo. En busca de opciones turísticas de ambiente natural, tan en boga actualmente, llegaron en los últimos tiempos a esa ribera visitantes por carretera y en embarcaciones, hecho que motivó la construcción de una marina para brindar servicios a la nueva ruta navegable hasta la península más occidental de Cuba, en la provincia de Pinar del Río. Guanahacabibes, punta de tierra asomada a las proximidades del Golfo de México, es una de las seis Reservas de la Biosfera del país, prestigiada entre otras bondades naturales con María la Gorda, playa de fondos marinos de excepcional biodiversidad y belleza. Las nuevas capacidades ampliarán las posibilidades de estancia a un sitio ideal para la fotografía subacuática, el excursionismo y el espeleobuceo a través de numerosas cuevas, siempre acompañados por expertos guías, en un área de fauna y topografía sin par. Allí los fondos albergan uno de los mayores jardines de gorgonias de Cuba, donde confluyen abanicos de mar, plumas marinas y otras estructuras blandas ramificadas, en convivencia con una barrera rica en corales negros, de relevancia en toda la región del Caribe. Otro atractivo de carácter histórico-cultural para los huéspedes es el nombre de la playa, adjudicado según la memoria, a una joven venezolana abandonada en el siglo XIX a su suerte en estas costas refugio de toda clase de marinería durante épocas anteriores, quien ya adulta regentó una taberna. Los arrecifes, graciosamente llamados Tetas de María la Gorda, constituyen un balcón sui géneris desde el cual apreciar el paraíso paisajístico de la Península de Guanahacabibes, sede de una Oficina para su Desarrollo Integral, sobre la base de la sostenibilidad. Fuente: Radio Habana Cuba
Comentarios
Archivado en: