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Pinareños derrotaron por segunda vez a Industriales y Santiago venció a Las Tunas

Con marcador de seis por cinco, los vueltabajeros colocaron  a los azules al borde de la tumba en la actual etapa beisbolera de cuartos de final, y el campeón venció a los tuneros

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Este artículo es de hace 16 años

Pinar del Río venció por segunda vez a Industriales, 6-5, y colocó al equipo azul al borde de la tumba, en los play off beisboleros de cuartos de final. Media docena de carreras, en la primera entrada, presagiaban otro revés catastrófico para los capitalinos. Frank Montieth le otorgó boleto a David Castillo, y aunque dominó a Jorge Padrón, Rafael Valdés le pegó hit, y un doble de Yosvany Peraza fletó a los dos corredores. Donald Duarte fue boleado intencionalmente, y Raidel Miranda se ponchó, pero Norlis Concepción disparó un sencillo que amplió la pizarra a 3-0; entonces Yadel Martí entró al montículo, le entregó pasaporte a Tomás Valido, tras lo cual Reinier León limpió las bases con un triple. Los de la capital hicieron dos sobre los envíos de Vladimir Baños, por base a Malleta, out intercalado de Yasser, sencillo de Yosmany y doble de Rudy que produjo una; después Regueira, como emergente, fletó otra con su elevado de sacrificio. Y un poco más tarde, pase a Raiko, pelotazo a Tabares y cuadrangular de Malleta emparejaron hasta 6-5. Pero entonces apareció Yunieski Maya, mandó a parar la fiesta y se anotó el triunfo: aceptó cinco indiscutibles en 4,1 capítulos. Hechos llamativos fueron la inusual sustitución —por un emergente— del receptor Alden Mesa, en su primer turno al bate, y el bambinazo de Malleta con la inicial desocupada y dos outs en la pizarra. Con el tope 0-2 en su contra, y la posibilidad de que Pedro Luis Lazo vuelva a la lomita, las oportunidades de los giraldillos —juegan el domingo en el Latino, a las dos de la tarde— son menos visibles que una aguja en un pajar. Entretanto en Santiago de Cuba: los Leñadores no cuidaron bien el bosque, dejaron varios huecos en los árboles y por esos se colaron las avispas rojinegras, que picaron... aunque no como soñaban algunos aficionados. La víspera, en un choque super rápido, terminado a las 10:43 de la noche, se refrendó aquello de que a los equipos grandes no se les puede dar ni una pizca en el terreno, porque por ahí mismo aprovechan y matan. Y ayer anestesiaron con calma al abridor contrario, Yoelkis Cruz, un lanzador que se mostró con aplomo en el box y fue un digno rival de la gran figura del encuentro: Norge Luis Vera. Precisamente las primeras tres anotaciones de Santiago llegaron por imprecisiones defensivas tuneras. Dos rayas en la pizarra se produjeron en el segundo episodio cuando, con dos outs, el jardinero central Andrés Quiala fildeó mal un batazo de Navas y le abrió las puertas del home a Pedro Poll, embasado por boleto. Luego Reutilio impulsó al torpedero indómito con cohete a la pradera izquierda. En el sexto el mal accionar defensivo del antesalista Yordanis Alarcón también influyó en la tercera anotación de los montañeses. Aún con eso Yoelkis no perdió la ecuanimidad y terminó el séptimo con el partido pegado 3-1 y con el susto de algunos santiagueros, que ansiaban que su equipo de ensueño se despegara en el pizarrón. Sin embargo, el verdadero puntillazo llegó en el octavo ante los relevistas Damichel González (se le embasaron dos hombres) y Jesús Guerra, quien soportó cuadrangular kilométrico por el bosque derecho de Pedro Poll para poner el marcador 6-1. Así mismo terminó el encuentro. Los campeones nacionales no contaron con esa artillería de la clasificatoria, en la que pegaron más de 100 jonrones. Sin embargo, tuvieron en el box a una estrella con tremendo brillo, que algunos consideraban opaca. Ese lucero refulgente fue Norge Luis Vera, quien apenas tiró 70 envíos hacia el plato; la única que le marcaron nació del madero de Andrés Quiala, quien conectó bambinazo precisamente un acto después de su desliz defensivo. Para hoy se espera una concurrencia de «espanto» en el Guillermón, superior a la de anoche. Y aunque JR no tuvo acceso a los mentores al final del juego, casi todo indica que los abridores serán Wilber Verdecia, por Las Tunas, y Ormari Romero, por los campeones nacionales. «No hay nada perdido, este sábado los cogemos», decía un integrante de alguna de las peñas deportivas que hacen vida aquí en el Motel Deportivo. Pero si de nuevo los suyos dejan brechas sucederá todo lo contrario: no habrá leña y sí ojos hinchados. Y reponerse de dos picazos de avispas carnívoras no es cosa de jueguitos. Fuente: Juventud Rebelde

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