Arenas boscosas, atractivo en Pinar del Río

Más de cinco mil hectáreas del noroeste pinareño conforman Sabanalamar, refugio de flora y fauna único de su tipo en Cuba, por constituir un bosque extendido sobre arenas boscosas. La zona se integra a una de las diversas categorías del Sistema Nacional de Áreas Protegidas (SNAP) al abrigar alrededor de 160 especies vegetales, casi la tercera parte de ellas endémicas, con predominio de pinos y manglares, junto a comunidades de agua dulce. Crecen sobre un suelo compuesto por depósitos de arenas, gravas y turbas del Período Cuaternario, lugar catalogado de llanura marina acumulativa, de un 98 por ciento de pureza en contenido de cuarzo. Variedad de aves se refugian entre ceibas, robles centenarios y otros exponentes de la foresta del sitio, comprendido entre los ríos Sábalo y Cuyaguateje, el mayor de la provincia. En las cercanías de los bosques existe un centro para la reproducción del Cocodrilo Americano, en peligro de extinción, del que sobreviven familias de hasta tres generaciones, lo cual prestigia la labor de rescate del reptil amenazado por la cacería y deterioro de las moradas naturales. Esta entidad científica cuenta dos décadas de fundada y actualmente posee 719 ejemplares de distintas edades y tallas distribuidos en lagunas y cubículos donde se protege a los más pequeños representantes del Cocodrylus Acutus hasta liberar anualmente a su medio al 16 por ciento de las crías. Los cercanos espejos de agua acogen a esas criaturas, muy vulnerables en las primeras etapas de la vida en contraposición con la fortaleza posterior de estos reptiles, cuyos antecesores aparecieron hace unos 200 millones de años en la Tierra y luego adquirieron formas acuáticas y anfibias. Pinar del Río, con dos Reservas de la Biosfera, Sierra del Rosario y Península de Ganahacabibes, es el territorio cubano de más Áreas Protegidas, pues suma a estas múltiples zonas bajo otros tipos de protección del medio. Fuente: Granma