El trato de la Aduana es la primera imagen que reciben los visitantes de Cuba

Surgida hace ya 45 años, la Aduana, con más de 3 000 trabajadores, encauza sus esfuerzos hacia la protección de la sociedad cubana y la facilitación del comercio. Entre sus prioridades está evitar el trasiego ilegal de armamentos, el consumo de estupefacientes, la introducción de explosivos y el narcotráfico; defender el patrimonio cultural; y proteger especies en extinción. Así lo consideró Miguel Núñez, vicejefe primero de la Aduana, durante la Mesa Redonda Informativa. Gracias al trabajo de los aduaneros, calificados como la epidermis de la frontera o la primera imagen de la Isla, cada vez resulta más escasa la entrada de drogas al país. Según William Pérez, vicejefe del área de enfrentamiento, el mercado interno de estas sustancias nocivas está cada vez más desabastecido. Pérez apuntó además como otras de las prioridades el rastreo al contrabando de medicamentos, con destino principal hacia Estados Unidos; el tráfico de tabacos, con alrededor de 200 000 confiscados, muchos de ellos falsos; y el seguimiento de grandes cantidades de dinero asociadas al narcotráfico. Por una aduana ajena al entorpecedor papeleo, se proyectó Carlos Anasagasti, director de Automatización de la Dirección y la Información. La informatización a partir del desarrollo de softwares libres nos ha permitido, entre otros beneficios, obtener información adelantada de las cargas y pasajeros. Así hemos reducido el tiempo en las gestiones, los recursos, y logramos la independencia tecnológica, lo que se resume en un mejor servicio. La Aduana es signataria de 50 convenios, y recibe mercancías y pasajeros de más de 390 puertos y 90 aeropuertos de todo el mundo. Por ello resulta imprescindible la facilitación de trámites al viajero. Javier Calvo, vicejefe del área técnica, comentó en el foro televisivo que a los pasajeros se les permite la declaración verbal sobre el equipaje, se practica el método selectivo para el reconocimiento físico que no sobrepasa el 2% de los visitantes y la mitad responden a intereses sanitarios; y se utiliza para eso técnicas modernas como la radiológica (rayos X). Entre las soluciones para optimizar el servicio, que en otros tiempos motivó frecuentes quejas, están colocar a nivel del piso básculas que luego de pesar devuelven un comprobante que emite la hora, fecha y si el usuario debe pagar de más o no; la ampliación de las terminales de arribo; y el aumento de la cantidad de cabinas de emigración y puntos de revisión. Otras medidas como la uniformidad en la moneda y política hacia los colaboradores cubanos con independencia del país donde laboren, y la extensión de 250 a 1 000 pesos posibles a importar también contribuyen a aliviar el servicio. Sobre el destino de los recursos decomisados por la Aduana, Calvo señaló que quien determina qué hacer con ellos es el Ministerio de Economía y Planificación, y el producto de su venta pasa directamente al presupuesto del Estado. Si se trata de medicamentos van para el Ministerio de Salud, si son computadoras al de Informática, si son obras de arte al de Cultura, si es dinero hacia el banco y así sucesivamente. José Ramón Otaño Guevara, vicejefe inspector general, reconoció que sí se han dado casos de corrupción dentro de la Aduana pero se combaten incansablemente, para ello se creó un área de inspección que investiga las quejas y reclamaciones pues tenemos la obligación de indagar en cada una. El año pasado se recibieron 124 insatisfacciones, 12 de ellas con razón, 7 parcialmente y 10 condujeron a procesos investigativos donde funcionarios aduaneros estuvieron implicados. Otros con una actitud decorosa han denunciado alrededor de 138 intentos de soborno. Hemos acumulado experiencias durante muchos años de trabajo, y no hay impunidad, dijo. Para el jefe de la Aduana, general de brigada Pedro Pupo Pérez, en cimientos como el patriotismo, la integridad, la responsabilidad, amabilidad y respeto se sustenta el quehacer de la Aduana General de la República de Cuba. Fuente: Granma