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Feliz cumpleaños para Haydée

Parte inseparable de su vida, el arte de narrar alcanza máxima expresión en esta incansable mujer, quien confiesa haberse comunicado incluso con espectadores que hablan otro idioma.

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Este artículo es de hace 15 años

Este es un mes muy especial pues la Señora de los Cuentos, Haydée Arteaga, cumple sus 93 años de vida. Siempre acompañando con sus historias a los niños, la narradora ha convertido el Centro Histórico en su segundo hogar. Lo mismo la vemos en la Casa de la Obra Pía , en la Biblioteca Villena o en las calles más antiguas, donde se nutre de la vida misma para colmar sus cuentos de este espíritu. Por tal razón estas instituciones han preparado varios espectáculos y homenajes. Recientemente, la Casa de la Obra Pía fue sede de un unipersonal de la Señora de los Cuentos dirigido especialmente a los niños, y el 26 de abril, a las diez de la mañana, La Colmenita regalará su presentación a la decana de los narradores orales.  También la Casa de África se ha sumado a este cumpleaños, pues el grupo Espacio Abierto, dirigido por Xiomara Calderón, ha invitado a discípulos de Haydée y a otros narradores que deseen contar historias sobre la Señora de los Cuentos, el 18 de abril, a las tres de la tarde, en el encuentro Griots. Haydée Arteaga inició este largo camino de la narración a la edad de cuatro años, alentada por la abuela. Ella fue la recitadora de Regina Pedroso, y en 1964 comenzó un curso como oyente  en la Biblioteca Nacional , donde aprendió gracias a Eliseo Diego la técnica narrativa. Aunque ya se sentía narradora, ella confiesa que fue este último quien le entregó el arca de los cuentos. La palabra y la creatividad van de la mano de Haydée, una mujer que no agota el deseo de contar. Tomados de la tradición oral, regalo de otros escritores o de su propia autoría, sus cuentos han alimentado el imaginario infantil de varias generaciones. Doce de estas historias aparecen en el libro Namach, en cuyas páginas revolotean Rosabella, el espantapájaros Luisín, el enanito de los botones, la muñeca de trapo, la ranita verde y otros personajes. Parte inseparable de su vida, el arte de narrar alcanza máxima expresión en esta incansable mujer, quien confiesa haberse comunicado incluso con espectadores que hablan otro idioma. En sus viajes se nutre de las raíces de cada lugar y ha compartido con campesinos y hasta con los indios huicholes en México, y con los yekuazan, a la orilla del Amazonas. Recientemente, la Señora de los Cuentos fue homenajeada con la  Placa Medalla al Mérito de la Oralidad 2006, que por primera vez concede la Cátedra Iberoamericana Itinerante de Narración Oral Escénica (CIINOE). Fuente: Habana Radio

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