La escuadra de Cuba tendrá un comienzo peliagudo muy
diferente a sus anteriores cuatro comparecencias
olímpicas, cuando enfrente a Japón el 13 de agosto
en el diamante Uno del Complejo Olímpico de Béisbol
de Wukesong.
La Habana. (26 jul).- DESPEJADA todas las incógnitas
relacionadas con las nóminas de los elencos con
mayores posibilidades de alcanzar la corona
beisbolera de los XXIX Juegos Olímpicos, Estados
Unidos, Japón y Cuba, podemos reafirmar que estamos
en presencia de la contienda estival más equilibrada
y fuerte de cuantas se han celebrado.
Señalados por los especialistas para llegar a la
fase de muerte súbita a cargo de los primeros cuatro
del torneo, obviamente, relegar a Corea del Sur y
Taipei de China, dos de los seis medallistas de la
disciplina –Australia el otro-, sería una metedura
de pata.
Cabe la expresión porque sus bien preparadas
dotaciones también satisfacen las expectativas del
último torneo olímpico, al reunir jugadores de talla
y alta competitividad profesional, especialmente
lanzadores jóvenes listos para asumir papeles de
envergadura frente a cualquiera de los asistentes.
Los aspirantes al medallero, sin dudas, están
obligados a derrotarlos, del mismo modo a Canadá y
Holanda, los que obligan criterios mesurados, aún
cuando ninguno de los cuatro pudiera desbancar al
trío favorito, encabezado por el titular defensor,
cuyo debut constituye una peliaguda prueba para
todas las potencialidades que aglutinan los 24
defensores del linaje antillano.
Efectivamente, Cuba dispondrá de una artillería de
respeto, probada y bien preparada en papeles ligeros
y de larga proyecciones, así como de cuerpo
lanzadores estupendo, encabezado por el gigante
Pedro L. Lazo, único con tres citas estivales en su
haber.
LARGA HISTORIA FAVORABLE 5/1 A CUBA
Larga historia han escrito cubanos y japoneses en
contiendas beisboleras. Tradicionales asistentes en
rondas finalistas en citas de todo tipo y hasta en
el I Clásico, los elencos de ambos se han
caracterizado por diferentes comportamientos,
favorable la mayoría a Cuba, excepto los registrados
en Atenas´04 y más tarde en el I Clásico, por citar
los más llamativos. En olimpiada, el saldo es 5/1.
Los dos se batieron en la gran final de Atlanta´96 y
Cuba salió por la puerta ancha, para cumplimentar su
segunda coronación en calidad de invicta; en aquel
memorable choque se impuso 13x9, conectando ocho
vuelacercas, tres de Omar Linares, quien en total
botó ocho pelotas por nueve Orestes Kindelán, para
un total de 17 de las 36 despachadas por los
bicampeones olímpicos.
Otras dos victorias agregó en Sydney, 6x2 y 3x0,
esta por el pase a la gran final, pero en Atenas´04
se suscitó el desquite nipón con victoria 6x3, en la
ronda clasificatoria; más tarde, Australia
sorprendió 1x0 a Japón y Cuba superó 8x5 a Canadá,
finalmente por todo lo alto se fueron con sonrisa
6x2, los máximos líderes en contiendas olímpicas.
Presenta Japón dos preseas de bronce: Barcelona y
Atenas y cuarto puesto en Sydney, por tanto siempre
ha estado en la comida, como volverá a estarlo en
Beijing, con un equipo proveniente de su principal
liga profesional y a gusto del mentor Sen-Ichi
Hocino.
La bandera del Sol Naciente estará defendida por
diez lanzadores, seis derechos, divididos en mitad
abridores, mitad relevistas, según informaciones la
principal arma de la escuadra la cual militan 15
peloteros que ganaron el preolímpico de Asia y
cuatro veteranos de Atenas, aunque uno de ellos, el
diestro Kohzi Uehara, por su lesión y pobre
rendimiento con los Gigantes de Tokio (2-4 y
promedio de 6,46), también del Clásico Mundial y el
Preolímpico, pudiera ser reemplazado.
Pero los cinco abridores responden a los deseos del
colectivo, uno de ellos, Yu Darvish, del Nipón-Ham
Fighters, saldo de 11/3 y 1,88 de PCL y 142
estrucaos en 148 capítulos, está en la fórmula
Japón-Cuba, por lo que pudiera seer el rival de
Norge L. Vera, probable carta de Antonio Pacheco.
Los otros cuatro encargados de las aperturas son los
diestros Kenshin Kawakami (6/4, 2,56), Gideaki Wakui
(7/7, 3,32) y los zurdos Yoshigisa Naruse (6/4,
2,56) y Tsuyoshi Wada (8/3, 3,97).
Cuentan también con el siniestro Kyuuzi Fuzikawa
(Tigres de Hanshin), quien acumula 3 triunfos y un
revés, con solo 9 boletos y 62 ponches en 42 innings
de labor; asimismo otro zurdo, Toshiya Sugiuchi,
promedia 2,69 y ha propinado 145 ponches en 134
entradas, un abridor convertido en relevista largo.
Con estos truenos y los que acompañan a los
jugadores de posición, como Tsuyoshi Nishioka
(bateador ambidiestro, con 306 de promedio, 9
jonrones, 36 remolques y 16 bases robadas); Munenori
Kawasaki (327 y 16 bases robadas; Norichika Auki
(339, 11 jonrones, 38 impulsadas); Takagiro Arai
(314-8-58) y el zurdo Atsuri Inaba (317-12-58).
La alineación abridora pudiera ilustrarse con el
jonronero Shuu-Ichi Murata, cuadrangulares así como
con Shin-Nosuke Abe (264-9-37) y G. G. Satoh, con
una veintena de jonrones. Giroyuki Nakazima,
promedio de 345 es otro chocador de promedio.
No aparecen en la relación los héroes del I Clásico,
el jardinero Ichiro Suzuki y el lanzador Marzuzaka
por no recibir las autorizaciones de sus dueños
Marineros de Seatle y Cerveceros de Milwaukee.
Este primer enfrentamiento será de suma importancia;
salir airoso significará una demostración seria en
la aspiración de llegar a la gran final, dos días
antes de enfrentarse a Estados Unidos.
Precisamente el elenco estadounidense, triunfador en
Sydney, será dirigido por el experimentado Davey
Johnson, ex segunda base, triunfador en el
preolímpico de La Habana y en la última Copa Mundial
celebrada en Taipei de China.
Stephen Strasburg, quien lanzó en Haarlem y derrotó
a Taipei de China y Japón, con balance de 1,93 de
promedio, 18 ponches y solo dos boletos, causa
sorpresa en un staff que integran de igual modo como
abridores
los derechos Jake Arrieta y Trevor Cahill, asimismo
los zurdos Brett Andersen y Clayton Richard. Por su
forma de dirigir el pitcheo, estos pudieran ser
tiradores de seis y siete entradas, para utilizar
como relevos largos a Brandon Knight —con resultados
en el béisbol japonés—, y a un par de cerradores,
Jeff Stevens (uno de los dos miembros del equipo de
la pasada Copa del Mundo en Taipei) y Casey Weathers,
a quien le han medido 98 millas en su bola rápida.
El torneo no ofrece respiro, por tanto, el staff
cubano estará siempre sentado sobre un volcán;
Canadá se intercalará entre Japón-Estados Unidos.
Algunos escépticos lo consideran débil, pero lo
cierto que previo al gran encuentro de verano son la
mejor carta de presentación del tres veces titular.
Fuente: Radio Nuevitas