Cuba no pudo descifrar a los lanzadores de Corea del Sur y cedió este sábado tres carreras por dos en la final del béisbol olímpico en los Juegos de Beijing. Parecía que las fuerzas le flaqueaban al abridor Norbeto González en el inicio del choque, pues tras el cuadrangular de Lee Seungyuop con un corredor en circulación, transfirió al siguiente bateador. Pero el zurdo se recuperó a las mil maravillas y caminó las cinco entradas siguientes sin ninguna complicación. Pedro Luis Lazo lo sustituyó en el sexto episodio —su quinta salida en estos juegos olímpicos en nueve juegos—, para apagar un intento de los coreanos por anotar más y lo logró. Lo que sí no pudo impedir el gigante pinareño en la séptima entrada fue el sencillo del torpedero Park Jingman y el doble del jardinero derecho Lee Youngkyu para añadir otra rayita más a favor de los asiáticos. Así, Luis Miguel Rodríguez se hizo cargo del box y trabajó de manera impecable hasta el cierre del juego. Cuba, por su parte, logró sus dos anotaciones gracias a los jonrones solitarios de Michel Enríquez y Alexei Bell en el primer y séptimo inning, por ese orden. En el final del noveno, el inicialista Héctor Olivera abrió con cohete a la pradera izquierda, Michel se sacrificó para que avanzara a la intermedia, y sucesivas bases por bolas a Cepeda y Bell cuajaron las bases de criollos y dieron renovadas esperanzas. Sin embargo, el segunda base Yulieksi Gourriel falló por cuarta vez en la noche y de la peor manera posible, pues conectó para doble play y lanzó a los sudcoreanos a lo más alto del podio olímpico. Este fue un juego de pitcheo, con destaque para el abridor sudcoreano Ryu Hyunjin, con 8 y dos tercio en la lomita, cinco hits permitidos y siete ponches. Fuente: Juventud Rebelde
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