De los inicios
El Estado venezolano evidenció la imperiosa necesidad de un satélite
propio luego del golpe de Estado del año 2002, episodio en el cual
resultó muy fácil desinformar a la población venezolana sobre lo que
estaba ocurriendo en el país. Nace, por lo tanto, un proyecto fundado
en los valores de paz y amor. “La tecnología espacial debe formar parte
de la vida cotidiana del sector público”, apunta Nuris Orihuela,
ministra del Poder Popular para Ciencia y Tecnología, a quien le ha
tocado el reto de “coronar” lo que hace seis años era una utopía, algo
impensable.
Por lo tanto, después de los acontecimientos del año 2002 el Ejecutivo
Nacional, encabezado por su máximo líder, Hugo Chávez Frías, se
convenció de la necesidad de ser copartícipes de la tecnología
espacial. El arranque: 2004, cuando se hizo urgente empezar con las
telecomunicaciones en función de nuestra soberanía y de los intereses
nacionales. Desde esta óptica no es caprichosa la expresión cuyo
contenido y significado habla por sí misma: “ahora seremos soberanos
hasta en el espacio”.
Muchos se preguntarán cuándo comenzó el primer viaje de un satélite
hacia el espacio y qué país inició lo que para muchas naciones
estigmatizadas de tercer mundistas resultó, por muchos años, una
verdadera utopía. Pues bien, la fecha emblemática es 1957, año en el
cual fue lanzado el primer satélite por los rusos. Inmediatamente,
Estados Unidos se incorpora a la carrera espacial.
Como podemos observar, el despliegue en el marco de la carrera espacial
tiene como contexto histórico la guerra fría, episodio en el cual dos
bloques, la ex Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas y Estados
Unidos, se disputaban el poder.
Año 2005: la firma del contrato
Una vez afianzada la idea de la necesidad de un satélite venezolano, el
Ministerio del Poder Popular para Ciencia y Tecnología emprende una
titánica tarea para hacer posible la utopía: un satélite para
Indoamérica y El Caribe, con el fin de afianzar la suma de felicidad en
los países que conforman la Gran Patria.
De tal manera, que el 01 de Noviembre del año 2005 Venezuela firmó el
contrato con la República Popular de China, único país que en las
cláusulas del Convenio aceptó no sólo la fabricación del gran
artefacto, pues también estuvo de acuerdo en hacer la debida
transferencia de los conocimientos a profesionales venezolanos. Sin
duda, una señal que habla per sé de la firme disposición para lograr la
independencia tecnológica.
Satélite en detalle
Luego de firmado el contrato se inició la ejecución exitosa de un
proyecto complejo. Con muchas aristas, hecho con alta tecnología, pero
también torpedeado. “Hay una especie de soborno de los países
imperialistas, según el cual debemos conformarnos sólo con su
tecnología”, expresa Orihuela al tiempo que agrega que en la actualidad
estamos luchando por otro modelo geopolítico mundial (…) Ésta es una
plataforma que nació de la mano con el socialismo, razón por la cual
nosotros no llegamos a aceptar la imposición tecnológica para depender
de los fabricantes y de sus conocimientos. Ese era el propósito de
algunos países”.
Beneficios
Dentro de los beneficios que brindará el Satélite Simón Bolívar se
encuentran la tele-medicina y la tele- educación. A través de la
tele-medicina, por ejemplo, se podrán transmitir y recibir
radiografías, ultrasonidos, resonancias magnéticas, mamografías, etc.
de personas que se encuentran muy lejanas de los centros primarios de
atención en salud. De tal forma que el tratamiento de una persona que
se encuentra en un pueblito de Delta Amacuro podrá realizarse en forma
inmediata y no tendremos que esperar que este paciente se desplace
desde su lugar hasta la ciudad.
En el caso de la tele-educación, “cualquier ciudadano podrá tener
acceso a programas educacionales sin necesidad de estar físicamente en
un salón de clases, llegando a un gran número de estudiantes a la vez,
mediante tecnologías de tele-comunicación por satélite”, explica Luis
Holder, jefe del Proyecto Venesat 1.
Política Socialista
¿Por qué el satélite surge de la mano con una política socialista? A
pesar de la complejidad que este tema implica en la praxis, sobre todo
en países que han estado cobijados por las prácticas del capitalismo,
es importante explicar que el satélite se soporta en una política
socialista porque su principal cometido consiste en beneficiar a
sectores desasistidos del país, a quienes se encuentran en zonas
remotas de la gran patria y que por sus características han estado
excluidos de los beneficios que ofrecen sus estados. Se trata de
atender a quienes han permanecido “invisibilizados” en nuestra
historia. “Muchas personas serán beneficiadas con la tele-medicina y
tele-educación”, apunta Holder.
Existen otros argumentos que explican por qué se trata de un proyecto
socialista: Su concepto y diseño, la forma de ejecutarlo parte del
concepto socialista; dicho en otras palabras, propone la coexistencia
de todos ante un bien común y no un mecanismo intermediario de
producción de ganancia que beneficia a un sector pequeño.
“Hay una tendencia en las operadoras mundiales de telecomunicaciones
que acaparan los servicios para decirle a los países pequeños que no
nos incorporemos en esas tecnologías que son asuntos costosos y
complejos, y que en todo caso ellos nos ayudarían, incluso, con
regalarnos el servicio. Esto es un mecanismo de dominación y de manejo
de masas tremendo”, explica Orihuela, a la vez que argumenta cómo es
asumido el tema de las telecomunicaciones en el espectro global.
Actualmente, en la unión internacional de telecomunicaciones, hay
corrientes que proponen que los miembros de esta Organización tengan
derecho a órbitas en el espacio. En otras palabras, se está promoviendo
la privatización también del espacio. No obstante, estas iniciativas se
han topado con un muro construido por algunos países entre los que está
Venezuela, nación desde la cual se concibe el espacio ultraterrestre
como un bien de la humanidad y en consecuencia nadie tiene o podrá
tener propiedad sobre el mismo. No debe existir hegemonía alguna, pues
la concepción del capitalismo que determina la ganancia por la
ganancia, como único mecanismo fundamental y motivación del ser humano,
está perdiendo vigencia de forma acelerada en los días que vivimos.
Política Inclusiva
El satélite Simón Bolívar se basa en una política inclusiva. Tal como
lo ha afirmado la Ministra Orihuela, “es importante aclarar que no
estamos excluyendo a nadie con los beneficios que traerá el satélite,
porque toda la población venezolana, que hoy por hoy goza del servicio
de las telecomunicaciones, inclusive a través de una estatal de
telecomunicaciones nacional como lo es CANTV, seguirá recibiendo su
servicio”.
En relación con la cobertura es importante manifestar que el satélite
iluminará a El Caribe y Suramérica en banda C, que se usa para
transmisión en TV y radio. Desde esta banda iluminaremos a Cuba,
Jamaica, Haití, Salvador, Guatemala, Honduras, Panamá, Colombia, Perú,
Ecuador, Bolivia, Chile, Argentina, Paraguay, Uruguay, Brasil.
Iluminamos casi toda Suramérica, excepto la Patagonia al sur porque
allí no hay mucha probabilidad de implementar programas sociales. No
iluminamos Estados Unidos ni México. En todo caso, el satélite es una
herramienta de integración regional muy importante que permitirá la
incorporación de programas en la región.
¿Y las estaciones en Venezuela?
El país cuenta con dos estaciones terrenas: Bamari, en Guárico y otra
en Luepa, estado Bolívar. Han sido creadas para el control y lograr, en
una primera fase, ubicar al satélite en su posición definitiva. Esta
tarea se hace en 4 vueltas sucesivas. Será a través del telemando que
moveremos al satélite, una vez liberado. Lo haremos girar en torno a la
tierra. Luego se va levantando progresivamente abriéndole cada vez más
el radio hasta lograr los 36 mil Km de distancia de nuestro planeta.
Eso tarda entre 5 y 10 días. Por cierto, nuestras estaciones son 100%
venezolanas. Y en su construcción participó tanto el sector público
como el sector privado venezolano.
Soberanos hasta en el espacio, e inclusivos desde él
Tal como lo consagra el artículo 1 de la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela, nuestro país tiene como derecho irrenunciable
la soberanía, independencia, libertad y la autodeterminación nacional.
En su artículo 2 también contempla “la preeminencia de los derechos
sociales” sobre otros.
Coherente con estos mandatos de la Constitución, el Ejecutivo Nacional,
a través del Ministerio del Poder Popular para Ciencia y Tecnología,
promueve una política tecnológica para dar legitimidad y hacer viva la
letra de la carta magna, así como el gran sueño del Presidente de la
República.
“Venezuela está diciéndole a sus hermanos que debemos soltarnos de los
mal llamados grandes del mundo, que se adueñaron del espacio con fines
netamente económicos”. Para muestra un botón. Al revisar la literatura
sobre el particular, encontramos un texto de Herbert I. Shiler, quien
en el libro Comunicación de masas e imperialismo yanqui, de la década
de los años 60 señalaba, aludiendo la posición oficial del presidente
Dwight Eisenhower, lo siguiente:
“Esta nación ha seguido por tradición una política de llevar las
comunicaciones, tales como los servicios internacionales de telégrafos,
teléfonos y otros, por medio de empresas privadas y sujetas a licencias
y legislación oficiales. Tenemos los primeros medios de comunicación
del mundo. En consecuencia, el gobierno deberá animar enérgicamente a
la empresa privada para que establezca y opere transmisiones
satelitales para FINES RENTABLES” (destacado propio). (Shiler; ob. Cit.
pág. 122).
El Satélite Simón Bolívar redundará en telefonía para la gente que no
ha contado con redes de fibra óptica, telefonía, Internet u otros
sistemas de comunicación porque sencillamente no tienen cómo pagar
tales servicios. Ahora contaremos con más canales de TV y de radio para
poder llegar a un espectro más grande de la población. “Esta plataforma
satelital busca articular y hacer más eficiente y efectivo los sistemas
de salud y de educación”. No se trata, pues, de utilizar el satélite
con fines de espionaje ni de vigilancia. “Nuestro objetivo tiene un
alto contenido social”, indica la titular de Ciencia y Tecnología.
Todo listo para despegar
En este momento el satélite está 100% habilitado para el lanzamiento.
Ha sido chequeado y cargado de combustible. Se han realizado todas las
pruebas necesarias. Hoy el satélite está en la torre de servicio. La
Ministra, en un necesario acto de pedagogía, argumenta que existen dos
torres: una de servicio, desde la cual elevan el satélite y lo colocan
dentro del cohete lanzador. Y una segunda torre, la umbilical: donde se
conecta la manguera que llena de combustible al cohete.
El cohete, con el satélite en posición, tiene unos rieles que desplazan
todo el sistema hasta la segunda torre (la umbilical) que es la torre
que envuelve (a través de unos brazos laterales) al sistema, y que posa
sobre la plataforma del lanzamiento para dar el gran impulso al
satélite. Hasta la fecha los cronogramas van muy bien, todas las
pruebas hechas al satélite demuestran que estamos en una condición de
salud acordes con los estándares establecidos.
Una explicación sine qua non
Todo lanzamiento de un satélite, en cualquier lugar del mundo,
contempla un margen de días o una ventana para hacerlo efectivo.
“Estamos manejando una ventana de 5 días, desde el 30 de octubre hasta
el 03 de Noviembre. El 01 de Noviembre es el día promedio. Pero además
se escogió esta fecha en virtud de que es el día en que se cumplen tres
años de la firma del Contrato con la República Popular China. La
ventana significa que durante cinco días estaremos preparados para
definir las condiciones en alta atmósfera. Si hay tormentas o descargas
electromagnéticas, será altamente inconveniente el lanzamiento,
escenario en el cual uno esperará las horas necesarias”.
Expociencia 2008, una fiesta popular
El Mppct organizó Expociencia 2008 con el fin de mostrar a la población
venezolana 10 años de revolución en ciencia y tecnología. El satélite
es uno de los grandes logros de la revolución bolivariana, así como el
resto de los proyectos que serán expuestos en el marco de la Gran Feria
que se desarrollará en cinco estados del país.
El esfuerzo que hemos hecho consiste en que este icono tecnológico sea
conocido con el detalle necesario en Táchira, Sucre, Zulia, Carabobo, y
Bolívar, estados donde se desarrollará la gran Expociencia. En esta
fiesta del 01 y 02 de Noviembre mantendremos comunicación con Bamari
porque será la fuente permanente de trabajo en los próximos 5 a 10
días, una vez materializado el lanzamiento.
En todo caso, el Ministerio invita a todo el país a celebrar este logro
que permitirá afianzar los propósitos de la Revolución. El más
importante: la inclusión y la máxima felicidad para los venezolanos e
indoamericanos y caribeños.
Nueva etapa: el reimpulso
El Ministerio entrará en una etapa de realización y reimpulso en virtud
de que en lo sucesivo contaremos con un instrumento tecnológico que
consolidará la gestión pública y las metas propuestas por el Gobierno
Nacional.
Para el primer trimestre del 2009 se espera por otra etapa denominada
prueba de aceptación en órbita y verificación del servicio. Esta
demostración de servicios dura más o menos mes y medio. En
consecuencia, a finales de diciembre corroboraremos que el servicio es
continuo (no se cae) y no presenta interferencias. A finales del mes de
diciembre, ciencia y tecnología establecerá un instrumento de
cooperación con CANTV para entregarles el servicio. “Nosotros
mantendremos el control del satélite en el espacio durante los 15 años
de su vida útil. CANTV lo operará y empezará a prestar servicios
durante el primer trimestre del año 2009”.
Fuente: Gobierno Bolivariano de Venezuela