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Las flores y semillas de la bija, arbusto venerado por los pueblos nativos de América, se emplean hoy con éxito en la occidental provincia cubana de Pinar del Río para curar quemaduras y otras lesiones en la piel. El ungüento elaborado a partir del vegetal, que posee elevadas concentraciones de vitamina A, demuestra gran eficacia en los procesos de cicatrización, aseguró el licenciado Carlos Callaba, coordinador del Programa de Medicina Natural en Pinar del Río. Ese fitofármaco (formulación de científicos locales) es fabricado en la provincia con la materia prima proveniente de las fincas de plantas medicinales y ha beneficiado a miles de lugareños tras sufrir daños leves y severos en la piel, agregó. Enfatizó que especialistas del Hospital General Abel Santamaría, el mayor del territorio, aplican esa terapéutica desde hace dos décadas. "Hasta la fecha los resultados son satisfactorios", apuntó. Esta crema, aseveró, se utiliza con similares fines en otras naciones, fundamentalmente del continente africano, donde trabajan los médicos cubanos. El cultivo del achiote, como se conoce también el pequeño arbusto, data de la época prehispánica. Historiadores afirman que todas las etnias indígenas amazónicas están familiarizadas con su uso como tinte facial, el cual además de adornar el rostro, actúa como repelente de insectos y protector solar. Numerosos poderes curativos se le atribuyen a la Bija Orellana, bautizada con el apellido del explorador español que dio nombre al río Amazonas, Francisco de Orellana. Sus semillas son consumidas por esos pueblos como alimento y eficaz antídoto para sanar dolencias digestivas, del hígado, los riñones y contrarrestar los efectos de la malaria, entre otros males. Actualmente el cultivo de la bija se extiende en todos los municipios de esta región, donde ratifica sus bondades como poderoso recurso de la naturaleza, informó Callaba. Fuente: MadridDigital.info
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