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Este artículo es de hace 16 años
La nieta de Leonardo el de Vega de Poja emocionó a quienes «se encuentran lejos de su tierra», asturiana o americana, con imágenes del álbum personal en tres pantallas gigantes del Estadio Insular de Las Palmas, en las que se alternaron fotografías de su familia en Cuba, Texas y Siero.
Gloria Estefan hizo bailar, la noche del sábado, a unas 10.000 personas en Gran Canaria en su único concierto en España de la gira internacional de su último disco «90 Millas», con un show de casi tres horas que respondió a sus tres profundas convicciones: su familia, su país y su Virgen.
A sus 51 años, y con menos gimnasio que Madona, la madre del pop latino, a la que acompañaron sobre el escenario cuatro bailarines y 14 músicos de la «Miami Sound Machine», repasó sus éxitos e interpretó otros que hicieron populares cantantes como Jennifer López. Gloria Estefan compartió con el público canario la «dicha de haber tenido la oportunidad de trabajar con Frank Sinatra, Celia Cruz o Justin Timberland, y bromeó con el acento canario y su expresión: «hasta las guaguas me unen a Canarias». «¿Cuántos cubanos hay aquí?», preguntó la cantante y una multitud gritó con sus brazos en alto. De Siero, seguro que también había algún animado seguidor, pero menos, daba la impresión.
Sonaron ritmos de Cuba, Brasil, Colombia y Perú. Volaron globos con el lema «Venezuela te quiere», banderas de su país natal y la agasajaron sus admiradores con claveles blancos. Gestos todos de un público apasionado que, en menor número de lo que se esperaba para el concierto del año en una isla golpeada por la crisis, disfrutó de una fiesta latina sin dejar de bailar y de responder con afecto a las muestras de cariño de la artista cubana.
Gloria Estefan puso de manifiesto sobre el escenario su amor a la familia con sus comentarios sobre los treinta años de matrimonio con Emilio Estefan, con la presencia de su hija Emily, de 14 años, que en mitad del concierto demostró su habilidad con la guitarra y la batería, mientras su madre cambiaba el impactante vestido rojo por uno de suave blanco caribeño; Y, cómo no, con el recuerdo a su padre, José Fajardo, y a su abuelo «de Pola de Siero», recalcó la cantante. El nombre de la Pola asturiana se escuchó alto y claro. «Mi abuelo de Pola de Siero me contaba unas cosas que no les puedo decir a ustedes», intimaba con el público la artista, además de la salsa, los boleros y las baladas románticas, cantó su canción «Tu fotografía», dedicada al padre y a la familia del abuelo, mientras ofrecía su álbum familiar a todos. José Fajardo, casado con Gloria García, hija de Leonardo el de Vega de Poja, murió en Texas cuando Gloria María Milagros Fajardo García (Estefan) tenía 23 años.
A la añoranza de su país natal dedicó los conocidos «Cuba libre» o «Mi tierra» con el delirio de miles de hispanoamericanos que se repartían por el estadio. Y con sus creencias religiosas, con su fe, intercaló algunos momentos del concierto en el que se vieron en las pantallas gigantes imágenes de la Virgen de la Caridad del Cobre, mitras, misioneros y templos, mientras la multitud coreaba «Santo, santo, yo te canto, de rodillas yo te pido, escucha mi oración». Y tras varios intentos de cerrar el show, alargado por la insistencia de público, culminó sus tres horas con una emotiva canción a la Virgen de la Caridad con la repetición de las imágenes religiosas, casi una oración comunitaria, para marchar en paz de cuerpo y alma.
Fuente: Lne.es
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