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El ritmo cubano y la cultura isleña toman durante todo el día las calles del centro de Madrid para convertir sus rincones y plazas en improvisados escenarios que darán vida hasta la noche a una pequeña La Habana, en la que no faltarán las últimas tendencias artísticas ni los nuevos talentos cubanos. Música callejera, baile, fotografía, cine y gastronomía son algunos de los ingredientes de este cóctel cubano que durante todo el día transformará las calles de la Ballesta, Loreto y Chicote, la Corredera Baja de San Pablo y la plaza de San Ildefonso en la capital cubana. Como padrino del evento, organizado por una conocida marca de ron, está el actor cubano Jorge Perugorría quien durante toda la mañana ha paseado por este triángulo de La Habana que quiere hacer partícipes a los madrileños "del modo de vida cubano, su cultura y sobre todo sus ganas de vivir". Entre los actos programados, además de improvisadas actuaciones callejeras, figuran la actuación en el teatro Lara de Madrid esta noche de la cantante Haydée Milanés, hija del cantautor Pablo Milanés, y del grupo de hip-hop y funky "Free Hole Negro", autores de la banda sonora de la exitosa "Habana Blues". Pero antes de la música, el Lara se convertirá durante toda la tarde en una sala cine para la reposición de la película "Fresa y Chocolate", protagonizada por Perugorría, y el estreno de "H2O", del realizador Leonardo Pérez. La programación del teatro se completa con proyecciones de cortometrajes más premiados en el Escuela Internacional de Cine y Televisión de San Antonio de los Baños. El saxo y la percusión son los protagonistas en la calle de Loreto y Chicote, mientras que un colectivo de grafiteros cubanos exhiben en la calle de la Ballesta y en un antiguo prostíbulo su personal visión de la alegría de las gentes de Cuba y uno de los restaurantes más famosos de Cuba, "La Guarida", y que por primera vez sale de la isla y deleitará a los comensales madrileños de la cocina de fusión caribeña. Más arte cubano, en este caso fotográfico, se puede ver en la Corredera Baja de San Pablo, donde Juan Carlos Alom trae a Madrid instantáneas que reflejan, "dos barrios de Cuba muy diferentes y en donde la vida se hace en la calle". Por eso, es en las calles del triángulo de Ballesta, el bautizado como barrio TriBall, donde más se nota esta transformación con sabor a malecón porque no faltan vehículos "Chevrolet" y "Dodge" antiguos, pitonisas o grupos de amigos cubanos que juegan al dominó o al béisbol. Fuente: EFE
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