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Elevan producciones de alcoholes finos cubanos

En el municipio sureño cienfueguero de Aguada de Pasajeros se levanta ALFICSA (Alcoholes Finos de Caña S.A), entidad cuyas producciones cobran una presencia más sólida en el mercado nacional e internacional.

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Este artículo es de hace 12 años

En el municipio sureño cienfueguero de Aguada de Pasajeros se levanta ALFICSA (Alcoholes Finos de Caña S.A), entidad cuyas producciones cobran una presencia más sólida en el mercado nacional e internacional. Humberto Calaña Capestany, gerente económico, explica que la empresa tiene como propósito la fabricación de alcoholes finos y superfinos: base para la elaboración de rones de calidad y necesarios en las industrias de perfumería y cosméticos. En el 2010 vendieron el hectolitro (cien litros) de alcohol fino puro de cien grados a 56 dólares. Este año, el precio de venta para igual volumen ascendió a 75,50, afirma. Si se repara que en el 2011 el volumen de producción ascenderá a 20 millones de litros (cinco más que el anterior), habrá de inferirse que las ganancias crecerán. Lo apuntala la verificación del resultado mensual de la labor ejecutada aquí. Desde enero hasta mayo cada mes salieron de sus tanques 2 millones 200 000 litros. De continuar a ese ritmo, cabría la posibilidad de superar la cifra anual estimada. A la visita de Granma, ALFICSA efectuaba la primera exportación del año, ascendente a 3 millones y medios de litros. Los principales compradores de alcohol etílico son naciones de Europa y América, indica Calaña Capestany. Añade el directivo que el enclave aporta, además, los alcoholes necesarios para garantizar ramas de perfumería y cosméticos de SUCHEL; así como los requeridos para la fabricación del ron cubano Havana Club. MODIFICACIONES TECNOLÓGICAS Inaugurada hacia octubre del año 2000, la planta posee un alto grado de automatización general, y es considerada la unidad de su tipo más moderna del país. No consume energía de la red eléctrica nacional, en tanto son capaces de generarla allí, sostiene Humberto. Francisco García de la Torre, jefe de turno y técnico del centro, pondera la mejoría sustancial experimentada tras la reparación capital efectuada durante el 2010 a la torre de enfriamiento y la columna de destilación. Tales menesteres se hacían imprescindibles, toda vez que estaba observándose cierta tendencia al sobreconsumo, tanto de los índices de miel como los de combustible. La torre de enfriamiento llevaba una década de labor ininterrumpida, por lo cual debió sustituirse de forma íntegra. También los obreros del lugar hicieron lo suyo. El mecánico de mantenimiento, Orlando Amador, refiere que junto a un grupo de colegas (de los 32 trabajadores vinculados directamente a la producción) fabricó un dispositivo para impedir el escape de vapor en la turbina. Premiaron tal aporte en el Foro de Ciencia y Técnica. Tras las modificaciones generales acometidas, el comportamiento de los parámetros de consumo energético ahora marcha muy por debajo de lo normado, acorde con los niveles de este tipo de industria, moderna y eficiente, señala Calaña Capestany. ALFICSA recibe la melaza de caña, indispensable en aras de elaborar los alcoholes finos, de complejos azucareros ubicados en las provincias de Villa Clara, Camagüey, Ciego de Ávila, Holguín y Santiago de Cuba. Aunque una porción considerable proviene del aledaño central aguadense Antonio Sánchez. No existe dificultad en el arribo de dicha materia prima durante los periodos señalados, comparte el gerente económico. Con las mieles, agua y diferentes sustancias químicas aquí laboran en las áreas fundamentales de fermentación y destilación, dice el técnico Francisco García de la Torre. Otros segmentos claves son el de generación de vapor y los depósitos de miel y alcohol, acota el operario Yordani Figueredo. Él, al lado de otros obreros divididos por turnos de labor, se encarga de mezclar la miel con el agua y la levadura en los tanques. Luego son realizados los análisis químicos pertinentes con el propósito de identificar la estabilidad de los indicadores técnicos medibles (PH, acidez¼ ). La especialista química Gladys Sánchez tiene la importante tarea de examinar el producto terminado. "En el laboratorio velamos por que el material reúna los requisitos exigidos por el cliente. Sobre todo la preservación exacta del grado de alcohol demandado, de 96 a 100 grados. El control de la calidad es exhaustivo". Semejante rigurosidad, unida al ritmo de producción y compromiso de los obreros de esta industria, posibilitan los actuales volúmenes de fabricación de ALFICSA. Fuente: Granma

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