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Un cubano de Miami que protagonizó el mayor robo de medicamentos en la historia de Estados Unidos se declaró culpable este lunes por delitos cometidos en los estados de Florida, Kentucky y Virginia. Amed Villa, de 48 años, asumió la culpabilidad ante un tribunal federal de New Haven por el hurto de medicamentos por un total de $90 millones de dólares de un almacén de Connecticut, y de más de $20 millones en cigarros, teléfonos celulares y tabletas multimedia en otros tres estados, informó la fiscalía. Todos los casos serán transferidos a Connecticut de los tribunales federales en los estados donde se cometieron los delitos. La transferencia de las causas penales contempla sendas declaraciones de culpabilidad del acusado. Medicamentos y cigarros La sentencia fue fijada para el 4 de diciembre y pudiera ser condenado a una pena máxima de 60 años en prisión. En junio, Villa se había declarado culpable de cargos de robo y conspiración para delinquir al participar en el robo millonario a la empresa farmacéutica Eli Lilly & Co., en Enfield, Connecticut. A la vez asumió su responsabilidad en la sustracción de $8 millones de dólares en cigarros de un almacén de Illinois en 2010. Se considera que el golpe contra la firma farmacéutica de Connecticut es el mayor robo de medicamentos perpetrado en la historia de ese estado y en la nación. Utilizando un traductor, Villa dijo ante la corte que "cinco de nosotros" estuvieron involucrados en en el robo de Eli Lilly & Co., aunque solo él y su hermano Amaury, de 38 años, han sido encausados por el hecho. Emigrados cubanos Ambos hermanos fueron arrestados en Florida en mayo del 2012. El almacén de medicamentos sustraídos estaba ubicado en la municipalidad de Doral. Amaury Villa, el menor de los hermanos, fue ya condenado a 11 años y ocho meses de prisión por su papel en el intento de vender las drogas robadas en el sur de Florida. El caso en su contra ante el tribunal de Connecticut sigue pendiente. Los Villa emigraron de Cuba en años recientes y no son ciudadanos estadounidenses, por lo que tras cumplir sus condenas estarían sujetos a un proceso de deportación. La historia del asalto a Eli Lilly & Co. revela un sofisticado operativo que dejó perplejos a los investigadores policiales y obligó a una pesquisa exhaustiva durante dos años tras la pista de los malechores. Una historia que parece sacada de una película americana de sábado por la noche, como popularmente se califica en Cuba a hechos delictivos espectaculares. Según indican los documentos de la investigación policial, en enero del 2010 Amaury Villa visitó la zona para observar el edificio y concebir el plan de asalto. Por una botella de agua El robo ocurrió la noche del 13 de marzo del 2010, en medio de fuertes tormentas y vientos que azotaban la región. Los ladrones se metieron a la bodega de la farmacéutica escalando una pared exterior y haciendo un hueco en el techo. Bajaron y desactivaron las alarmas antes de utilizar un montacargas para cargar paletas de medicamentos en un vehículo y escapar con la carga en un camión con remolque, rumbo a Florida. Durante cinco horas, los acusados utilizaron una carretilla elevadora en el interior del centro para levantar cajas y cargarlos al camión. A las 3:40 a.m. salieron de la instalación. Los sofisticados esfuerzos para evadir los rastros de la operación resultaron casi perfectos. Solo que Amed Villa tocó una botella de agua en la instalación y la dejó allí, lo que llevó a los detectives hasta los malechores. Las medicinas robadas incluían antidepresivos como Prozac, antisicóticos y medicamentos de quimioterapia utilizados para tratar el cáncer de pulmón, y fueron recuperados durante la requisa del almacen clandestino en Doral, al noroeste del condado Miami-Dade. Fuente: CafeFuerte.com
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