Mariette Patty Allen, fotógrafa estadounidense, publica 'TransCuba', un reportaje sobre la larga lucha de los transexuales de la república caribeña por sus derechos. El trabajo cuenta las historias de Alaska, Alsola, Amanda, Malu, Nomi, Natalie, Richard, Tamara, Wendy y Yanet, transexuales que sufrieron la homofobia, el machismo y la injusticia.
Las imágenes de TransCuba no son las del conflicto humano universal que va unido a la realidad transgénero; ni muestran la cara de satisfacción de quienes han logrado un sueño o la salida a un profundo dolor existencial. Las fotografías muestran el recorrido de unas personas por encontrarse con ellas mismos, con la imagen que de sí tienen, de su lucha. Porque pese a la cirugía estética no pueden esconder su historia y el peso que sobre ellas llevan.
La fotógrafa muestra imágenes que son las de una testigo: momentos de ternura entre parejas y familiares, en el interior o frente a las viviendas, de su día a día viviendo con su condición que les hace diferentes a los ojos de la sociedad. La reportera decidió publicar su trabajo en versión bilingüe español-inglés.
A los 28 años Malu, la activista transexual más conocida de la mayor de las Antillas, tiene esperanza e incluso sueños. "En diez años me veo en Nueva York o California, por allá por los Estados Unidos. Tendré una gran empresa que me produzca muchos dólares para mis gastos", confiesa en el libro TransCuba.
Malu cuando tenía 13 años le confesó a sus padres, homófobos y testigos de Jehová, que se sentía mujer y quería cambiarse de sexo. Sus padres no lo entendieron. “El hijo maricón” fue expulsado de su casa y debió viajar de Cienfuegos a la capital para caer en las redes de Charito, que se dedicaba a robar las llaves de los hombres con los que Malu se acostaba para desvalijar casas.
Además de Malu —definida por la fotógrafa como "una líder nata, organizada, determinada y generosa"—, las protagonistas con más presencia en el libro son Amanda y Nomi. Amanda es VIH+ y cuenta en el reportaje sus intentos frustrados para llegar a Miami tanto siendo balsera, lo que le costó un encarcelamiento en Guantánamo, como viajando a Rusia y prostituyéndose allí. Nomi trabajó durante años como prostituta y también es VIH+.
En el párrafo final del prólogo del libro, Allen escribe: "Las personas que forman parte de lo que nosotros llamamos transgéneros siempre han existido, pero comprender quiénes son y cómo pueden formar parte de la sociedad es un nuevo concepto. Espero que la nueva libertad que se empieza a experimentar en Cuba se manifieste en la manera en la que tratan a las minorías sexuales del país. Yo me imagino un futuro con una sociedad tan libre de juicio y prejuicio que las personas de género variante puedan actuar como maestros que nos enseñen cómo liberarnos de la rigidez de nuestros roles sexuales y encontrar formas alternativas de integrar nuestro cuerpo y mente".
Desde 2008 las leyes cubanas permiten la libre elección de género y desde 2013 prohíben la discriminación laboral y social por razones de sexo, pese a que en la actualidad aún no admiten el matrimonio entre personas del mismo sexo. En 2010, Fidel Castro mostró su apoyo al colectivo transexual y criticó la persecución policial que sufrieron, a la que calificó “de una gran injusticia”.
Una selección de las fotografías de la colección TransCuba se encuentra expuesta (hasta el 28 de noviembre) en una galería de Miami, en un suburbio conocido como Little Haití.
En 2014, la venezolana transgénero Isabella Santiago ganó el certamen de "Miss International Queen". Una gran cantidad de fotografías suyas pueden encontrarse en internet. Las palabras que se repiten: "lució glamorosa y deslumbrante". Imágenes que hablan de elegancia, sofisticación y progreso. Por su parte, Andreja Pejic ha sido la primera modelo transgénero en tener su propio perfil oficial en la revista Vogue. Es una mujer de origen serbio, nacida masculino; alguien que en el mundo de la moda ha podido abrirse hueco y triunfar gracias a su esfuerzo y empeño.
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