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La Cinemateca de Cuba: unos retos nuevos y otros viejos

Paralelo a su fase de reorganización interna, la Cinemateca pretende la recuperación de sus principios fundacionales de atesorar todo el cine cubano y no solo la producción del ICAIC.

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Este artículo es de hace 8 años

Según un reportaje publicado en el periódico Granma, Iván Giroud, director del Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano, inauguró en el pasado mes de diciembre el equipamiento más moderno de su tipo en Cuba, gracias a la contribución de varias instituciones italianas.

La Cinemateca pretende la recuperación de sus principios fundacionales de atesorar todo el cine cubano y no solo la producción del ICAIC. En tal sentido, se impulsó el convenio de restauración de dos importantes filmes de Tomás Gutiérrez Alea: Una pelea cubana contra los demonios y Los sobrevivientes, que ya se está haciendo en la Aca­demia de Artes y Ciencias Cinematográficas de Holly­wood.

Con una periodicidad mensual, el Cine Club Orson Welles —coauspiciado con la Asociación Cubana de la Prensa Cinematográfica— ofrece estrenos en la Isla, mientras que en el espacio Joris Ivens se presentan destacados documentales internacionales.

Por otra parte, la reciente presencia del gran cineasta iraní Abbas Kiarostami, con el fin de inaugurar una retrospectiva de su obra, fue la primera visita de un grupo de destacadas figuras del cine contemporáneo previstas para este 2016.

Para los próximos me­ses se anuncia la visita de la directora japonesa Nao­mi Kawase y el ruso Serguei Lot­nitsa.

Como cada año, tendrá lugar en La Habana el Festival de Cine Fran­cés y se está valorando, asimismo, la realización de un Festival de Ci­ne Italiano.

Según el artículo de Granma, terminar la remodelación del cine 23 y 12 —con su lumínico ya restablecido por el aporte del artista de la plástica Kadir— es un propósito clave de la Cinemateca.

La remodelación incluiría, además, el Café Buñuel; la librería Gérard Phi­lipe, el acondicionamiento de su galería expositiva y de una pequeña sala de proyecciones con el apoyo del Ministerio de Cultura.

Según el reporte de Granma, otros proyectos en distintas fases de desarrollo son la publicación de varios libros coordinados con editoriales españolas; la mediateca “Héc­tor García Mesa”; la recuperación del programa Cinemateca en TV y el sueño de contar con un museo del cine en Cuba

Sin embargo, de lo que no dice nada el reportaje del periódico Granma es de la creciente necesidad de que en Cuba no se sigan perdiendo salas de cine.

Cualquier cubano de más de 30 años ha visto cómo han ido desapareciendo de su vista, a lo largo de los años, gran cantidad de los llamados “cines de barrio”, ahogados por la desidia y el abandono institucional.

Tan grave ha sido el asunto que la antiguamente amplia lista de cines “aptos" para el Festival de Cine Latinoamericana ha quedado reducida a su mínima expresión en los últimos años, con la consiguiente pérdida de espectadores.

Algunos de esos cines, han sido reconvertidos en espacios alternativos, como el cine Mara (actual sede del ballet de Liszt Alfonso), pero otros han quedado convertidos en ruinas, como el cine Moderno (construido en estilo Art Decò), y durante años ubicado en la sufrida Calzada de Diez de Octubre.

Por mi parte, cada vez que voy al agromercado de la calle Santos Suárez, siempre me da por recordar que en ese espacio ―ahora lleno de yucas y malangas― mis ojos contemplaron alguna vez “Indiana Jones y el templo de la perdición”.

(Imagen tomada de cinematreasures.org)

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Judith Moris

Redactora en CiberCuba. Licenciada en Filología Hispánica por la Universidad de La Habana, y Máster por la Universidad Autónoma de Barcelona. Ha sido profesora en la UH e investigadora en la UAB, y redactora/editora de la editorial Teide


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Judith Moris

Redactora en CiberCuba. Licenciada en Filología Hispánica por la Universidad de La Habana, y Máster por la Universidad Autónoma de Barcelona. Ha sido profesora en la UH e investigadora en la UAB, y redactora/editora de la editorial Teide