APP GRATIS

Aumenta el número de venezolanos que viajan a Cuba para "bachaquear"

Conscientes de que en Cuba la escasez es también seña de identidad, cada vez son más los venezolanos que están viajando a la Isla con el fin de vender ropa usada o nueva, zapatos y productos de belleza e higiene.    

 ©

Este artículo es de hace 7 años

En el diccionario de la sobrevivencia que va dejando la crisis venezolana, el "bachaqueo" alude a una forma de especulación que consiste en conseguir los productos de primera necesidad en los mercados, y venderlos a tres veces su valor, a quienes no tienen otro remedio que comprarlos.

La "bachaca" es una hormiga grande y de color negro, muy común en el campo venezolano, que como puede llevar enormes cargas sobre el lomo, ha pasado a designar "metafóricamente" un nuevo oficio asociado al mercado negro y a la reventa.

Conscientes de que en Cuba la escasez es también seña de identidad, cada vez son más los venezolanos que están viajando a la Isla con el fin de vender ropa usada o nueva, zapatos y productos de belleza e higiene.

Los precios de venta de los productos estarían oscilando entre 1 y 15 CUC. Según reporta un medio venezolano, el negocio estaría siendo lucrativo y beneficioso para ambas partes, pues la ropa en Cuba en las tiendas suele ser muy cara.

El diario “Panorama” ha citado las declaraciones de varios ciudadanos venezolanos que se están dedicando a ello.

Un jubilado que viajó en el mes de abril, relató su experiencia, de la que acabó sacando en limpio una ganancia de 500 dólares:

El pasaje me salió en 163 mil bolívares más 32 mil la estadía que incluyó mis tres comidas, eso invertí. Me llevé para vender champú, jabones de baño, cremas dentales, perfumes y ropa nueva.

Y agregó:

En el aeropuerto, acá en Caracas, no me quitaron nada. Permiten seis productos de cada cosa, pero uno siempre deja colar más. En Cuba hay que resolver con los funcionarios: dejan meter 10 productos de cada cosa, 15 es exceso, pero si les regalas varias productos no hay problema, aunque todo es riesgo en esto, hasta preso puede ir uno.

Las propias aerolíneas han detectado que los vuelos a Cuba sostienen una elevada media de viajeros, mientras otros vuelos a países como Colombia y Panamá, van medio vacíos.

Según declara una aeromoza de la aerolínea estatal Conviasa, de esta nueva modalidad de mercadeo:

ya están al tanto los funcionarios en el aeropuerto y la revisión a las maletas se está volviendo más exhaustiva.

Sin embargo, la posibilidad de maniobrar que tiene la Aduana, es relativa porque:

la ropa es lo que más está saliendo, ¿cómo la quitas?, eso está pasando, mientras que los productos de belleza e higiene no se dejan sacar en grandes cantidades, los alimentos siguen prohibidos a Cuba.

Otro venezolano afirma haber obtenido buenos dividendos de la venta de pasta de dientes, chocolates y ropa, que vendió a la propia dueña del hospedaje donde se quedó en Cuba, quien se lo compró todo.

En lo que parecen coincidir varios de los ciudadanos venezolanos entrevistados es que en estos momentos la mercancía que más fácil “funciona” es la ropa, no solo por la necesidad que hay de ella en Cuba, sino también por las posibilidades de "entrarla" en el aeropuerto sin tener problemas.

Con el resultado de la venta, estos peculiares viajantes de comercio recuperan la inversión del boleto, y los gastos generales que hayan tenido en la Isla.

Los venezolanos han encontrado en el "bachaqueo" una forma de sobrevivir, y todo parece indicar que ese singular mercado negro, mal no le está viniendo a los cubanos.

¿Qué opinas?

COMENTAR

Archivado en:

Judith Moris

Redactora en CiberCuba. Licenciada en Filología Hispánica por la Universidad de La Habana, y Máster por la Universidad Autónoma de Barcelona. Ha sido profesora en la UH e investigadora en la UAB, y redactora/editora de la editorial Teide


¿Tienes algo que reportar?
Escribe a CiberCuba:

editores@cibercuba.com

 +1 786 3965 689


Judith Moris

Redactora en CiberCuba. Licenciada en Filología Hispánica por la Universidad de La Habana, y Máster por la Universidad Autónoma de Barcelona. Ha sido profesora en la UH e investigadora en la UAB, y redactora/editora de la editorial Teide