El virus del zika dejó de ser un agente patógeno desconocido, para convertirse en conocido mal que afecta a toda la región de América Latina y el Caribe y que comienza a extenderse por el resto del planeta.
Este último brote, se inició en el estado de Bahía, Brasil, cuando fueron diagnosticados positivo 500 de sus habitantes en mayo de 2015 y a partir de ahí comenzó la extensión por todo el continente y que en la actualidad se han reportado casos en 62 países.
Para la Organización Mundial de la Salud hay suficiente evidencia científica para relacionar el contagio con el virus y el aumento de casos de malformación congénita en recién nacidos, especialmente con la microcefalia y otros trastornos neurológicos, y problemas auditivos y de visión.
La Organización Panamericana de la Salud informó la semana pasada que se han registrado solo en Brasil 1616 casos de recién nacidos que padecen del síndrome congénito asociado con la infección, causados por la picadura del Aedes aegypti en sus madres.
También está demostrada la causalidad entre el contagio con el virus y un aumento de los casos de síndrome de Guillian-Barré, que causa parálisis muscular y puede afectar a los pulmones.
Luego de un año del primer gran brote más de 150 médicos e investigadores firmaron una carta abierta para pedir a la OMS a trasladar o posponer la olimpiada con el objetivo de evitar una epidemia pues se espera que a este evento acudan alrededor de medio millón de turistas.
La respuesta de la OMS fue la emisión de una alerta para que los turistas que planean asistir a los juegos tomen precauciones e instó a las mujeres embarazadas a evitar el viaje. Una de las razones es porque el evento se realizará durante el invierno, y en esta etapa la cantidad de mosquitos disminuye.
En un estudio publicado esta semana en la revista Nature se ha comprobado que unos anticuerpos que son eficaces para combatir el virus del dengue pueden actuar también, incluso con mejores resultados, contra el virus del zika, lo que abre la puerta a la obtención de una vacuna común para ambas enfermedades.
El origen de este hallazgo es un estudio previo de investigadores equipos franceses y británicos, que identificaron anticuerpos capaces de neutralizar los cuatro tipos de virus del dengue. Esto permitirá que se prosiga en la obtención de una vacuna que pudiera proteger contra el dengue y el zika en un futuro no lejano.
También en los Estados Unidos comenzará esta semana un ensayo clínico de un candidato vacunal contra el zika que ya ha sido probado en animales de laboratorio con buenos resultados.
Imagen tomada de Caraotadigital.net
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