El programa clave del video musical cubana estrenó hace un par de días Fantasmas en caravana, el más reciente video musical de Harold López Nussa. Uno de los más talentosos representantes de la más joven generación de pianistas cubanos, decidió trabajar con el también joven Joseph Ros, uno de los más destacados realizadores de videos musicales en Cuba.
El video musical de Fantasmas en caravana incursiona en una suerte de realidad aberrada, en el universo medio surrealista de un circo de fenómenos, en la línea de la teleserie American Horror Story: Freak Show, o más lejos en el tiempo, del clásico norteamericano Freaks (1931, Tod Browning), o el clásico sueco Noche de circo (1952, Ingmar Bergman).
Aparte de las referencias cinematográficas, el video recurre al espacio circense y los colores fuertemente contrastados; y disfraza a Harold, y a los integrantes de su grupo, de personajes extravagantes, a veces deformes y de algún modo espectaculares.
Además de Harold, quien interpreta el papel de un pianista con cuatro manos, que puede fumar y tocar al mismo tiempo, pero también aparecen contorsionistas, mujeres barbudas, un mago prestidigitador, payasos, el tragafuegos… en fin, todos los personajes de un circo, pero vistos desde una perspectiva sombría y perturbadora, nunca jocosa ni tampoco lúdica.
En cuanto a otros aspectos, Fantasmas en caravana muestra el perfecto acople entre el corte de un plano a otro, y el ritmo de la pieza, de filiación jazzística. Se trata de un tema muy poco comercial, y tal vez esa excepcionalidad fue la clave más importante para que Ros y López-Nussa eligieran este tema en tanto apoyo sonoro, instrumental, de este impactante video.
Fantasmas en caravana pertenece al quinto disco de López-Nussa, New Day, y representa el viraje definitivo del joven músico hacia el jazz y el latin jazz, sin apartarse nunca por completo de su formación en la música clásica. En el disco se hizo acompañar por un grupo de grandes músicos amigos, como el trompetista Mayquel González; su hermano, el baterista Ruy Adrián López-Nussa, y en el contrabajo Gastón Joya.
A propósito de New Day, Harold le contó al sitio suenacubano, lo especial que resultaba “coincidir con los músicos que habitualmente me acompañan en el país y compartir con mis amigos. Esa satisfacción quedó reflejada en la música, se siente que estoy en mi ambiente. Tiene su encanto crear desde esta Isla maravillosa y es bueno demostrar que aquí se puede trabajar bien a pesar de las dificultades”.
Más adelante, el músico reconoció que el disco New Day refleja su empeño de comenzar una y otra vez: “He tenido experiencias personales tristes que me han marcado y representa esa fuerza de seguir adelante, porque la vida continúa. Es mi nuevo renacer, siempre trato de ser mejor como persona, pianista, músico”.
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