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A cuarenta años del deceso de un cubano imprescindible: José Lezama Lima

Nacido en La Habana, el 19 de diciembre de 1910 y fallecido en la misma ciudad, el 9 de agosto de 1976, Lezama Lima fue uno de los más importantes poetas, novelistas y ensayistas cubanos.

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Este artículo es de hace 7 años

Puesto de moda, coyunturalmente, gracias a un chiste ignorante del personaje protagónico y al célebre almuerzo lezamiano en el filme Fresa y chocolate (1993, Tomás Gutiérrez Alea y Juan Carlos Tabío) la obra de José Lezama Lima sigue siendo un mito, que se menciona con demasiado frecuencia y se conoce por desgracia muy poco, aunque está claro que se trata de una literatura confiada en la inteligencia del lector y en su gusto por la complejidad.

Autor de Muerte de Narciso (1937), Enemigo rumor (1941), La fijeza (1949), Dador (1960), Paradiso (1966) que este año cumple medio siglo de publicada por primera vez, y Oppiano Licario (1977), editada póstumamente, Lezama fue también promotor de revistas y tertulias literarias, y supo congregar a poetas de la talla de Gastón Baquero, Cintio Vitier, Eliseo Diego, Virgilio Piñera, y el poeta y sacerdote español Ángel Gaztelu, entre otros.

Fue director, entre otras muchas, de la revista Orígenes (1944-1957) alrededor de la cual también congregó a una generación de escritores que propugnaban la renovación de la poesía y la búsqueda de las raíces de lo cubano en lo universal, puesto que la Generación de Orígenes fue una de las más fecundas de la literatura nacional y su influencia ha sido cardinal en el desarrollo del arte y las letras en la Isla.

Las ideas para los ensayos, la narrativa y la poética de Lezama Lima provienen de estratos culturales tan diversos como la filosofía oriental, los postulados religiosos y filosóficos medievales, de su profundo conocimiento del Siglo de Oro español y de los simbolistas franceses. Todo ello provocó que su poesía y su narrativa derivaran a un estilo barroco y simbólico, como se percibe sobre todo en los ensayos Analecta del reloj (1953) y La expresión americana (1957).

El referente del almuerzo lezamiano proviene de la novela célebre mundialmente, y demasiado poco conocida en Cuba, Paradiso, que descubrió a uno de los narradores más brillantes y complejos del habla española. Poco después de la presurosa y descuidada edición cubana, se publica en México una edición revisada por Julio Cortázar, en 1972 recibe el Premio Maldoror de poesía de Madrid, y en Italia el premio a la mejor obra hispanoamericana traducida al italiano. Algunos llegan a considerarla incluso el equivalente cubano de las novelas de Proust o Joyce respecto a la recuperación del pasado y la memoria.

Desgraciadamente, mientras Paradiso era considerada como una de las obras maestras de la narrativa del siglo XX, y adquiría fama mundial, en Cuba, algunos funcionarios decidieron que se trataba de una novela pornográfica debido a la presencia del tema homosexual en su trama. El delirio culterano, y la sofisticación aristocrática del escritor tampoco fueron del gusto de las autoridades culturales en una época cuando se pedía al arte, la literatura y los medios de la Isla una completa incondicionalidad al colectivismo y a su método artístico más "representativo": el realismo socialista.

En 1971, Lezama fue acusado, junto con otros escritores cubanos, de contrarrevolucionario, aburguesado y su obra excluida de todo reconocimiento. El escritor se recluyó en esa casa de la calle Trocadero, la casa que hoy es un museo, puesto que mucho después de la muerte del escritor, las autoridades cubanas rectificaron el lamentable, doloroso error, y gracias a la presión de varios intelectuales y estudiosos, Lezama y su obra se colocaron en el sitio que verdaderamente les corresponde.

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Joel del Río

Joel del Río. Periodista, crítico de arte y profesor. Trabaja como redactor de prensa en el ICAIC. Colabora en temas culturales con algunos de los principales medios en Cuba. Ha sido profesor en la FAMCA y la EICTV, de historia del cine y géneros cinematográficos.


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Joel del Río

Joel del Río. Periodista, crítico de arte y profesor. Trabaja como redactor de prensa en el ICAIC. Colabora en temas culturales con algunos de los principales medios en Cuba. Ha sido profesor en la FAMCA y la EICTV, de historia del cine y géneros cinematográficos.