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Hillary le propina a Trump dos conteos de protección en el primer round del debate

La capacidad de respuesta de Clinton, amén de sus conocimientos en los más elementales asuntos estuvo fuera de toda duda

Hillary en el primer debate © Twitter / Diario El Heraldo
Hillary en el primer debate Foto © Twitter / Diario El Heraldo

Este artículo es de hace 7 años

Donald Trump mostró más brechas que ideas en este primer debate sostenido contra la aspirante demócrata a la presidencia de los Estados Unidos Hillary Clinton.

Esta se mantuvo en todo momento muy ecuánime, respondiendo a cada una de las preguntas del moderado Lester Holt, con respuestas precisas y bien pensadas; todo lo contrario de su rival republicano quien mantuvo "la línea" utilizada en los debates anteriores contra los candidatos republicanos, sin jamás darse cuenta que esta noche, ya estaba peleando contra un peso pesado.

Los primeros diez minutos iniciales de las palabras de Trump marcaron la tendencia de lo que él sería toda la noche, al mostrarse evasivo, recurrente en un mismo tema y errático.

Cuestionado acerca de "como mejorar la economía" su única respuesta fue: "No voy a permitir que los inversionistas y empresarios se marchen a otros países en busca de mano de obra barata".

Este tema, llamémosle ECONOMIA USA, suele ser siempre la piedra angular de todo debate político, y este no iba a ser la excepción. No por gusto fue el primer escollo que debieron sortear ambos.

Hillary lo hizo con elegancia, con fluidez. No así Trump.

Aunque era un mismo tema tuvo varias aristas, pero Trump no salió de un discurso que al parecer ya traía preparado.

Culpó los hechos, narró situaciones, asumiendo que cualquier estanco en la economía estadounidense o cualquier "desgracia americana actual" es responsabilidad inequívoca y única, del actual gobierno de Barack Obama. Hillary fue precisa y le recordó a Trump y a los televidentes y la audiencia, que en el 2008, cuando la administración Obama llegó al poder, eran decenas de miles quienes habían perdido sus trabajos, sus casas, y sus ahorros.

Trump, en los pocos momentos que hizo referencia a un problema que viniera de antaño, fue para culpar a Bill Clinton por el tratado del TLC firmado en los años en que el esposo de Hillary fue presidente. Una asociación para nada gratuita.

Hillary mantuvo la calma toda la noche y no respondió a las interrupciones de Trump. Incluso pareció divertirse en algunos momentos con lo que llamó "ideas locas" de su oponente, que incluso en varios momentos de la noche "fue sorprendido por las cámaras" en uno de sus acostumbrados tics gestuales.

Hillary, además, sonrió con algunos de los argumentos empleados por Trump o la forma en que esbozó aspectos tan importantes como el plan para llevar adelante a la economía norteamericana, porque tal como quedó demostrado - pues jamás hizo alusión a ello -, Trump no tiene un plan.

Hubo dos momentos especiales en la noche, y que mostraron la capacida de respuesta de Hillary.

Uno, cuando Trump hizo alusión a que ella en su campaña "se había quedado en casa" y la Clinton le respondió: "Sí, me quedé en casa, pero preparándome para ser Presidente de los Estados Unidos, y eso es bueno también."

El segundo momento llegó en los finales, cuando Trump dijo que Hillary no tenía "fuerzas" para ser Presidente.

Clinton con sarcasmo le ripostó casi sin pensarlo: "Bueno quizás cuando él (Trump) pase horas y horas conversando con más de cien presidentes, logrando acuerdos en varios países del mundo, logrando la liberación de algún prisionero, y luego de enfrentar más de 80 horas de una investigación, es que él pueda decir si tengo fuerzas o no para ser Presidenta." En ambos momentos la audiencia respondió con vítores y aplausos, y Trump no tuvo respuestas.

El margen dado por Univisión Noticias para este debate, 88 a 12 favorable a Clinton, quizás no muestre la realidad de lo sucedido esta noche.

Algunos darán más puntos o menos puntos, pero la verdad es que la derrota sufrida por Trump fue apabullante.

Pero en algo no debería quedar dudas: Hillary Clinton está mucho más preparada para ser presidenta de los Estados Unidos.

Los republicanos podrán pensar otra cosa, pero hay algo clave, y de ello se habló esta noche.

Ser Presidente de los Estados Unidos, ser el Comandante en Jefe, tener los códigos para el lanzamiento de un ataque nuclear, requiere un temperamento muy distinto al que presentó a Trump hoy, que no es otro que él mismo que ha mantenido durante todo estos últimos meses, solo que, como dijimos al principio, nunca se dio cuenta que esta noche peleaba contra una mujer que tenía en la mano una piedra.

Dos conteos de protección, e incluso una pelea en la cual "alguien" en la esquina de Trump debió tirarle la toalla.

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