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¿Promueve la literatura infantil cubana la igualdad racial y de género?

“Los personajes negros y mestizos son escasos en los libros dedicados a las primeras edades y, cuando aparecen en los animados, generalmente son feos y estereotipados. Por ello, los niños y niñas no encuentran en ellos un paradigma” comenta la escritora e investigadora Daisy Rubiera.

El libro Princesa cimarrona, de Iliana Núñez © IPS-Cuba/Archivo
El libro Princesa cimarrona, de Iliana Núñez Foto © IPS-Cuba/Archivo

Este artículo es de hace 7 años

La Habana – Los asistentes a la última edición de la tertulia Reyita, organizada por el grupo feminista y antirracista Afrocubanas, debatieron sobre el sensible tema de qué leen los niños, niñas y adolescentes y sobre el importante peso que la literatura infantil tiene en la educación de la equidad racial y de género.

Para la profesora Bárbara Danzie, el fácil acceso y frecuente consumo de videos, series televisivas y videojuegos ha dañado los hábito de lectura y ha hecho que niños y niñas apenas lean.

Y cuando buscan libros, los referentes son totalmente distorsionados, porque “no estamos totalmente preparados para manejar estas temáticas (género y raza) adecuadamente”, lamentó.

No hay ninguna política editorial relacionada con que se tomen en cuenta estos aspectos a la hora de decidir qué se publica o no”, enfatizó la escritora e investigadora Daisy Rubiera.

Entre quienes se dedican a la edición, remarcó Rubiera, los conceptos de raza y género “no funcionan, no se están manejando”.

“Los personajes negros y mestizos son escasos en los libros dedicados a las primeras edades y, cuando aparecen en los animados, generalmente son feos y estereotipados. Por ello, los niños y niñas no encuentran en ellos un paradigma”, dijo Rubiera.

La preferencia por los cuentos occidentales donde las princesas y príncipes suelen ser rubios y de ojos azules, los estereotipos que predominan en animados de factura nacional y la ausencia de políticas en favor del enfoque inclusivo en la creación literaria y audiovisual, fueron algunos de los obstáculos analizados en el encuentro.

A juicio de la investigadora Oilda Hevia, debe tenerse en cuenta que son madres y padres quienes les compran los libros a las niñas y los niños. La selección pasa por el rasero de los adultos, destacó.

Hevia consideró que persiste un problema central: “hay un desconocimiento sobre la historia de Cuba y la esclavitud, por lo que debemos saber combinar la información que les queremos llevar a los niños con recursos agradables”.

“En el imaginario de las niñas y los niños, los héroes y heroínas son rubios, occidentales. Los mitos se van transmitiendo y regresan con la cara de la colonización por eso es importante analizar que se está leyendo y escribiendo para esas edades”, consideró la activista por la no discriminación Haled Martínez.

En el imaginario de las niñas y los niños, los héroes y heroínas son rubios, occidentales

En la tertulia, la autora Iliana Núñez presentó su libro Princesa cimarrona, que narra la historia de una niña princesa que fue arrancada de su tribu en África, para ser traída como esclava a América durante la época colonial.

“El libro trata sobre los niños como protagonistas en la esclavitud, porque siempre se asocia a personas adultas cuando no pocos llegaron solos, sin sus padres”, dijo la autora, quien apuntó que los 7.000 ejemplares se acabaron rápidamente.

A su juicio, a través de ese libro se les puede explicar a la infancia una de las consecuencias todavía viva de la esclavitud: el racismo.

Tomando un ejemplar del texto como material de estudio, Irene Ester Ruiz, investigadora y activista, analizó las ilustraciones del libro, donde la princesa no responde a los cánones de ascendencia africana.

De manera general, Ruiz cuestionó el rechazo al negro, que se manifiesta, entre otras, cuando se “blanquea” a las personas negras y mestizas en su representación en la televisión y los animados.

A su juicio, los personajes negros en los animados cubanos resultan “horrorosos” y contrastan desfavorablemente con los personajes limpios y bellos importados.

El escritor Felipe León apuntó que este problema se analiza desde hace al menos 20 años y no ha tenido avances suficientes. “Cuando abordo estos temas como autor, hay cierta censura y no gubernamental precisamente”, advirtió.

Según varias intervenciones, el sector creativo debe tener en cuenta estos enfoques, que demandan conocimientos y sensibilidad para evitar estereotipar a personas no blancas.

Ejemplos de publicaciones de la Editorial Gente Nueva que intentan un balance desde el género y la racialidad contrastan con otras como la revista Mar y Pesca, que apenas incluyen personajes negros y, cuando lo hacen, reproducen estereotipos y es negativo, debatió el público.

La cantante Magia López llamó la atención sobre qué pasará cuando se acaben las conmemoraciones por el aniversario 130 de la abolición de la esclavitud en Cuba.

“Se están haciendo muchas cosas. Pero… ¿por qué tenemos que esperar por ese tipo de fechas, cuando este tema es una deuda histórica?”, cuestionó.

Al cierre, la investigadora y profesora Yulexis Almeida anunció que el próximo encuentro de la tertulia Reyita, en enero venidero, abordará los mitos de la sexualidad de las personas negras. (2016)

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