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Zuckerberg anuncia 7 medidas para detectar noticias falsas en Facebook

¿Pueden realmente los rumores manipular a la opinión pública? ¿Se pueden cazar las falsas noticias? ¿Es rentable la verdad?

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Este artículo es de hace 7 años

No acabar siendo víctima informativa de un rumor es cada vez más difícil en un mundo donde las noticias se generan como pan caliente, y donde vender los rumores como ciertos es tan fácil como pulsar la tecla de un ordenador.

Incluso a menudo medios serios, con casta, abolengo y buena reputación, caen en las trampas como el más pueril novato.

Sucedió hace apenas unas semanas cuando decenas de medios de prensa se hicieron eco de la supuesta donación de una suma de dinero millonaria que Usain Bolt había hecho a los damnificados de Haití por el huracán Matthew.

Algo parecido ocurrió en esos días con la cantante Shakira, que hubo de salir al paso de una información que le atribuía también una donación generosa.

En este caso, pareciera que el propósito del bulo era sacarle los colores a los famosos: inclinarlos a convertir en realidad lo atribuido, o simplemente juguetear a ver qué tan lejos llegaba la mentira.

Sin embargo, hay casos en que las noticias falsas pueden ser bastante más dañinas: enterrar una reputación o incluso variar el curso de la política de un país.

¿Pueden realmente los rumores manipular a la opinión pública?

Todo parece indicar que sí. Un ejemplo está en los varios artículos de los últimos días que aseguran que la difusión de noticias falsas contribuyó a la victoria de Donald Trump en las elecciones de Estados Unidos.

Una investigación llegó a revelar que en los últimos tres meses antes de las elecciones, hasta veinte noticias falsas gozaron de mayor popularidad que otras más importantes, de prestigiosos medios de comunicación como The New York Times, The Wall Street Journal o CNN.

En un artículo que publicaba la periodista María Sánchez (Univisión), el día antes de las elecciones, citaba varias páginas de Facebook que habían contaminado el debate electoral con la difusión de mentiras.

¿Qué hacer cuando algunos titulares falsos como “Trump ha ganado el voto popular”, “El actor Denzel Washington da su apoyo a Trump” o “Aparecen fotos de Bill Clinton desnudo”, falsas todas….se vuelven más populares que concienzudos análisis de politólogos y experimentados periodistas?

Alarmado por ser acusado de abrir la caja de Pandora, el propio fundador de Facebook, Mark Zuckerberg, ha manifestado sentirse preocupado ante la repercusión de las noticias falsas. Así lo ha manifestado también el todavía presidente de EE.UU., Barack Obama.

Sin embargo, el diario español La Vanguardia se pregunta: “¿No ha sabido Facebook frenar esa avalancha de noticias falsas o no ha querido?”

La duda se torna razonable cuando el propio artículo recuerda poco después:

“No hay que olvidar que muchas de las páginas de Facebook que difunden informaciones falsas generan grandes ingresos a sus creadores, pero también a Facebook”.

¿El fin justifica los medios? Es cierto que grandes periódicos ceden cada vez más a titulares engañosos o a imágenes trampa; y ello aunque luego los comentaristas a pie de Facebook ofendan, insulten, se enrabieten o hagan promesas de no leerlos nunca más.

Sin embargo, lo cierto es que esos lectores allí están, leyendo y comentando... y si están es porque han caído en la trampa. Posiblemente no será la primera vez ni tampoco la última, digan lo que digan.

Los seres humanos somos muy sensibles a la truculencia, al show, al espectáculo, y a ello se suma que la verdad y la mentira andan cada vez más difusas en un mundo de reality show, donde "lo verdadero" se documenta a menudo desde la ficción, y donde ha dejado de ser paradoja un concepto como “falso documental”.

Pero Mark Zuckerberg es un “chico bueno”, así que ha tenido en cuenta la avalancha de críticas recibidas y ha publicado en su perfil de Facebook un mensaje en el que hace cierta autocrítica y anuncia las medidas que tomará para evitar la difusión de informaciones falsas a través de siete puntos, destacados a continuación:

1. Detección más fuerte de la información errónea. Aquí habla de “mejores sistemas técnicos” para detectar la información falsa. Por lo que parece que el punto fuerte no serán tanto personas que actúen como moderadores, como algoritmos.

2. Facilitar la presentación de informes sobre información falsa. Lo que permitiría a los usuarios alertar más fácilmente a la red social de aquellas noticias falsas.

3. Verificación por terceros. En este punto el creador de la red social más popular del mundo habla de apoyarse en organizaciones de verificación. ¿A que puede referirse? No parece estar muy claro.

4. Advertir sobre si una noticia ha sido calificada como dudosa. Este es un sistema con el que ya cuentan algunos agregadores, como el español Menéame. En algunas noticias se informa de que existe un debate sobre si tal o cual información es falsa. Al parecer a partir de ahora veremos esto en Facebook.

5. Dar visibilidad a artículos de calidad. Esta medida parece querer apuntar a que Facebook le daría mayor visibilidad a todas aquellas informaciones de calidad, quitando protagonismo a las de menor interés. Habrá que ver la vara de medir que usa la red social para lograr algo así.

6. Atacar los ingresos de las fuentes de noticias falsas. Aquí Zuckrberg apunta que muchas de las noticias falsas surgen con el ánimo de lograr ingresos publicitarios. Eliminar o rebajar los beneficios que obtienen los que difunden información dudosa puede ser el método más efectivo para atajar la lacra. Aunque habrá que ver la letra pequeña, si es que llegamos a conocerla.

7. Escuchar. El responsable de Facebook dice que “vamos a seguir trabajando con periodistas y otras personas de la industria de noticias para recibir sus aportaciones. En particular, para entender mejor sus sistemas de control y aprender de ellos”.

Para rematar, el fundador de Facebook, declara:

“algunas de estas ideas funcionarán bien y otras no. Pero quiero que sepas que siempre hemos tomado esto en serio, entendemos la importancia de la cuestión para nuestra comunidad y nos comprometemos a hacerlo mejor”.

Sin embargo, desde el otro lado del Atlántico, un periodista perspicaz, afirma:

“Una de las claves para que lo logren pasa por ver la cantidad de dinero que está dispuesta a perder Facebook a cambio de convertirse en una red social por la que circulen noticias más rigurosas”.

Esa es la cuestión.

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Judith Moris

Redactora en CiberCuba. Licenciada en Filología Hispánica por la Universidad de La Habana, y Máster por la Universidad Autónoma de Barcelona. Ha sido profesora en la UH e investigadora en la UAB, y redactora/editora de la editorial Teide


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Judith Moris

Redactora en CiberCuba. Licenciada en Filología Hispánica por la Universidad de La Habana, y Máster por la Universidad Autónoma de Barcelona. Ha sido profesora en la UH e investigadora en la UAB, y redactora/editora de la editorial Teide