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Antonio Muñoz y Pedro José Rodríguez "Cheíto" dan su último adiós a Fidel

Muñoz dijo que "iba a seguir llorándolo", y Pedro José recordó anécdota de cuando "El Comandante" le pidió 2 jonrones

Antonio Muñoz y Pedro José Rodríguez "Cheíto" último adiós a Fidel © Joel de la Paz/5 de Septiembre
Antonio Muñoz y Pedro José Rodríguez "Cheíto" último adiós a Fidel Foto © Joel de la Paz/5 de Septiembre

Este artículo es de hace 7 años

Antonio Muñoz y Pedro José Rodríguez, "Cheíto" son dos nombres bien conocidos en la historia del deporte cubano.

Durante años formaron la dupla más temible dentro del beísbol en la isla. Cada uno capaz de dar 25 jonrones en una temporada e impulsar más de 80 carreras por temporada. No fueron pocas las veces en que uno primero, y el otro después, desaparecieron la pelota más allá de las cercas.

Como en tantas otras ocasiones en un estadio de béisbol, acudieron hoy, uno primero y el otro después a las honras fúnebres que se desarrollan en la provincia de Cienfueugos, con motivo del deceso del ex presidente cubano Fidel Castro Ruz.

Ambos contaron sus experiencias y expresaron su visión personal sobre el ex gobernante cubano.

Llama sobre todo la atención que "Cheíto" fue un pelotero que vio trunca su carrera deportiva por una injusticia, y a pesar de que todos en Cuba son de la opinión que Fidel "pudo haberlo salvado", no lo hizo, y hoy, "El Cheo", como también lo llaman los cienfuegueros, se expresó sin rencor sobre Fidel, al cual incluso aún llama "El Comandante".

Pedro José Rodríguez, Cheíto

Cheíto, con apenas 16 años, "acabó" con la pelota en un torneo desarrollado en el extranjero, y cuenta la leyenda que al regreso del equipo Cuba a La Habana, Fidel preguntaba: "¿dónde está Cheíto?, Yo quiero ver a ese muchacho que da esos jonrones tan grandes."

Para Pedro José, Fidel "era lo máximo".

"(...) siempre lo queríamos en el estadio. Tuvo una época donde iba casi todas los días, lo mismo a los juegos a puertas cerradas que a los entrenamientos: llegaba temprano, se tiraba para el terreno, pitcheaba un poco, bateaba… ahí conversábamos. Era una persona muy inteligente y le gustaba mucho el béisbol; sabía mucho de béisbol. Te hacía preguntas y te ponía contra la pared, a ti que estabas metido en eso."

Cheíto cuenta que el se acostó temprano el día 25, y que a la mañana siguiente fue su mujer quien oyó la noticia en el televisor del vecino y luego corrió a darle la noticia.

“Yo, la verdad, no esperaba esto. Estaba al tanto de sus recibimientos a los presidentes, como al de Viet Nam hace poco; recuerdo que comenté con mi mujer: ‘el Comandante está mejor ahora que un año atrás’, así mismo le dije. Lo veía más animado…"

“Ese día, el 25, nos acostamos temprano. Por la mañana mi mujer se levanta y escucha el televisor del vecino puesto. Le pareció extraño, eran las 5 de la mañana. Escuchó la noticia y corrió al cuarto a decírmelo. De ahí, hasta ahora que estoy conversando contigo, no me he levantado de frente al televisor… Lo voy a extrañar, claro que lo voy a extrañar: ese hombre fue faro y guía de nuestro deporte”.

Antonio Muñoz

El legendario "Gigante del Escambray" recibió la noticia a las 5 de la mañana, y desde ese instante nadie en su casa ha vuelto a dormir.

Si un pelotero cubano es devoto de Fidel Castro, es Antonio Muñoz, quien confiesa que ha llorado en estos días muchas veces a Fidel y que lo seguirá llorando.

“Fidel es mi padre, mi existencia, es lo que hoy vivo: la Revolución Cubana. Mi padre me trajo al mundo y Fidel me hizo lo que soy para poder darte esta entrevista hoy. El mejor homenaje para él es ser cada día mejores en nuestra vida, por lo que nos juró y nos cumplió. Ahora nos toca a nosotros decirle: ‘descansa, nosotros estamos aquí para continuarla’, dijo.

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