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Leonel Suárez: el mejor decatlonista cubano de todos los tiempos (ENTREVISTA)

Con sus 8.654 puntos en el Centroamericano del deporte en La Habana 2009, y 8.640 en el Mundial del propio año en Berlín, Leonel Suárez es por mucho, el mejor decatlonista cubano de todos los tiempos

Leonel Suárez decathlonista © Cubaenlospanamericanos
Leonel Suárez decathlonista Foto © Cubaenlospanamericanos

Este artículo es de hace 7 años

Con un físico bien distante de su disciplina deportiva, que comprende diez eventos a desarrollarse en sólo dos jornadas competitivas, el santiaguero-holguinero Leonel Suárez pasará a la historia del atletismo como un grande, como el hasta ahora, mejor decatlonista cubano de todos los tiempos.

Nacido en la oriental provincia de Santiago de Cuba, Leonel se trasladó a la vecina Holguín, específicamente a un pueblito llamado Centeno, a la entrada de Moa.

“Es por eso que desde pequeño intervine en los Juegos Inter-escuelas y los de montaña, que me propiciaron fuerza y agilidad a pesar de mi biotipo delgado. Es entonces que me descubre el profesor Orlay del Río, quien me llevó a entrenar para los Juegos Pioneriles en el estadio de pelota de Moa. Ahí di un primer paso pues competí en las provinciales categoría 10-11 años y logré mi boleto a la zonal pioneril precisamente en mi ciudad natal, Santiago de Cuba.

“A los trece años entré en la Escuela de Iniciación Deportiva, EIDE, en el combinado 2 de salto con el profe Gerardo Boris y al año siguiente empecé en la siguiente categoría ya en las pruebas combinadas, a pesar de mantener mi físico delgado, nada musculoso. En el 2004, bajo la égida de los entrenadores Pompa y Ciscal, pasé al equipo nacional juvenil y dos años después hice el grado para el seleccionado de mayores con mi preparador actual, Gabino Arzola.”

Siempre se ha comentado que el decatlón es de atletas musculosos, por lo que Leonel era visto como algo extraño dentro de tantos hombres fuertes. No obstante, el panorama ha ido cambiando y ahora son más bien rápidos y explosivos.

“Realmente no tengo las mejores condiciones físicas pero siempre he tratado de pulir los elementos técnicos y así equilibrar en algo mi anatomía. En eso trabajaron duro conmigo Rodolfo Sánchez en la EIDE y Gabino en la actualidad.”

Muchas veces que asistí al estadio Panamericano, sede de los equipos Cuba de atletismo en todas sus categorías, incluyendo a los Paralímpicos, vi al dúo Leonel Suárez-Gavino Arzola enfrascados en férreo entrenamiento. Además, Gavino es de esos técnicos inteligentes y observadores que aúna la sapiencia de sus colegas en todos los eventos que incluye el decatlón.

“Para mí, Gabino ha sido y es todo en mi vida atlética. Mantenemos las mejores relaciones y le digo prácticamente todo lo que me pasa o pienso hacer. Desde que me acosté tarde por estar de fiesta o hasta que tuve problemas con cualquiera. O de igual manera, sincerándome cuando algo no me parece bien en el entrenamiento.”

A Leonel le gusta el disco, el salto de altura, la garrocha y sobre todo, es tremendamente efectivo en la jabalina. Las vallas las tolera y para nada le gustan las carreras ni la impulsión de la bala.

La jabalina, por supuesto, es de mis favoritos; a la hora buena me ha dado más de una medalla, pero no es de los eventos que más entrene.”

Hasta ahora no se ve un decatlonista de la talla de Leonel, quien piensa será difícil que pronto otro cubano pueda acercarse a sus récords.

“Creo que pasarán años. Santiago Ford, que acaba de salir del juvenil, tal vez llegue a lograr buenas puntuaciones, incluso puede ubicarse entre los diez mejores del mundo, pero está por ver aún.”

Sobrepasar la barrera de los 8.000 puntos, específicamente 8.156, fue una de las primeras y grandes alegrías que el oriental disfrutó en su fructífera carrera.

“Lo logré en el torneo Aurelio Janet in Memoriam en Santiago de Cuba. También feliz fue la plata en el certamen Norte Centroamericano y del Caribe en Santo Domingo 2007, que fue la primera ocasión que competí en el extranjero. Y ni qué decir de cuando quebré el récord nacional en Gotzi 2008.”

El primer gran triunfo del espigado joven fue el bronce en los Juegos Olímpicos de Beijing, con otro récord para Cuba incluido; sin embargo, Leonel no guarda un buen sabor de esa presea.

“Tuve la plata en el bolsillo. Todo dependía de los 1.500, prueba que cierra el decatlón, en la cual no pude acercarme a mi mejor marca en la distancia y quedé tercero. El bioloruso Andrei Krauchanka se ubicó segundo detrás del norteamericano Bryan Clay. Así quedó el podio en China.”

Lo que no cuenta el discípulo de Gavino Arzola es que tres semanas antes de la cita cuatrienal había sufrido un esguince de tobillo saltando la pértiga y estuvo sin entrenar 10 días.

“Gracias a mi compañera, la velocista Virgen Benavides, que me ayudaba frotándome cebo de carnero y aceite de cacao todos los días, más el apoyo de la fisioterapia, pude competir”.

Cuatro años más tarde, el criollo igualaría su tercer lugar olímpico pero esta vez su alegría no tuvo límites. Problemas de hipertensión arterial, lesiones reiteradas, muchas jornadas sin entrenar se presentaron en ese cuatrienio.

"Esa medalla es la más valiosa de mi vida. De paso, ese día de la premiación le pedí matrimonio a mi actual esposa. Ya en Londres se hallaba el fenómeno Ashton Eaton, encaramado con mucha justeza en los más alto del decatlón mundial. Su compatriota Trey Hardee lo secundó y yo, increíblemente, fui tercero."

Leonel Suárez tuvo un magnífico año 2009 que le valió la medalla de plata en el Mundial de Berlín, sólo superado esa vez por otro norteño, Trey Harden. Su meta, pues, estaba fija en la cita del orbe del 2011 en Corea del Sur. Para eso se preparó con esmero y con la casi seguridad de alcanzar su sueño dorado.

“Así, es. Pero, lamentablemente el Mundial de Daegú ocupa en mi carrera uno de los momentos más tristes, al no poder cumplir mi propósito de llegar a la cima por algo muy ajeno a mi entrenador y yo, y fue la mala gestión de viaje del INDER (Instituto Nacional de Deportes) que no previó la enorme distancia a recorrer y los cambios de vuelos, y llegamos, tras extenuantes conexiones aéreas, un día antes de comenzar el decatlón. Claro, ¡eso solo nos pasa a nosotros! Así y todo, perdí el oro por menos de 100 puntos, al lanzar solamente 69 metros en la jabalina, mi evento más fuerte, y la plata por cinco, ante el estadounidense Eaton que me ganó en los 1.500. Estaba compitiendo dormido, pues entre la abismal diferencia horaria, los tropezones de vuelos y el llegar justo al evento, no tuve descanso.”

Las pruebas combinadas o de eventos múltiples, ya sea el heptalón femenino como el decatlón varonil, tienen unas características muy particulares y es que, en la gran mayoría de los casos, los atletas de todas las nacionalidades se funden, se apoyan, se abrazan, se felicitan.

“De todos tengo la mejor opinión; el menos amistoso por su carácter es Hardee, pero realmente ninguno es mala honda. Todos nos apoyamos. Yo me llevo bien con casi todos. Con los que mejor me llevo son Eelco de Holanda, los chicos de Brasil, el sudafricano, Eaton y Kasianov. Tomas Sebrel y Eaton son los que más admiro”.

“En lo personal, estoy perdidamente enamorado y tengo una niña de tres años, ambas mexicanas. En mi tiempo libre, me gustan los videojuegos, escuchar música, jugar baloncesto con los muchachos en la escuela, así como los juegos de mesa, el billar; me gusta el ajedrez. En el béisbol sigo al equipo de Holguín y en el fútbol al Barça de Leo Messi, aunque sin fanatismo.”

Leonel siempre ha sabido vestirse. Le gusta estar a la moda, usar traje sin abandonar sus monos deportivos. Lo que esté a la moda le va bien.

“Si la ocasión lleva saco, me visto con saco; si la ocasión es deportiva, trato de usar Converse o tenis bajitos. Los zapatos deportivos para salir como lo usan muchos no me gustan. Hugo Boss y el One Million de Paco Rabanne así como las cremas y fragancias de Victoria Secret son mis perfumes favoritos.”

Con sus 8.654 puntos en el Centroamericano del deporte en La Habana 2009, y 8.640 en el Mundial del propio año en Berlín, Leonel Suárez es por mucho, el mejor decatlonista cubano de todos los tiempos. No hizo caso de su delgado físico y por mucho, su nombre se halla por derecho propio entre los grandes del deporte rey cubano.

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Julita Osendi

Graduada de Periodismo en la Universidad de La Habana 1977. Periodista, comentarista deportiva, locutora y realizadora de más de 80 documentales y reportajes especiales. Entre mis coberturas periodísticas más relevantes se hallan 6 Juegos Olímpicos, 6 Campeonatos Mundiales de Atletismo, 3 Clásicos


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Julita Osendi

Graduada de Periodismo en la Universidad de La Habana 1977. Periodista, comentarista deportiva, locutora y realizadora de más de 80 documentales y reportajes especiales. Entre mis coberturas periodísticas más relevantes se hallan 6 Juegos Olímpicos, 6 Campeonatos Mundiales de Atletismo, 3 Clásicos