APP GRATIS

Quince preguntas sobre el equipo Cuba al Clásico Mundial

El Cuba al Clásico Mundial tiene promedios de 29.4 años y 9.8 Series Nacionales. En el roster aparecen cinco zurdos y un ambidextro. Once de los dieciséis equipos del patio tienen representación en la plantilla, con destaque para Granma (7), Pinar del Río (5) y Matanzas (4). Mayabeque, Cienfuegos, Guantánamo, Isla de la Juventud y Santiago de Cuba, carecen de presencia en el conjunto.

mlb.com © mlb.com
mlb.com Foto © mlb.com

Este artículo es de hace 7 años

Con solo cinco jugadores de los que hace cuatro años defendieron el orgullo patrio en el Clásico Mundial de Béisbol, el recién anunciado roster del team Cuba deja un montón de brechas para la interrogante. Nada como para alarmarse, puesto que la polémica es el alimento base en la conformación de las escuadras de casa.

Los repitentes son el receptor Frank Camilo Morejón, los jardineros Frederich Cepeda y Alfredo Despaigne, y los pitchers Freddy Asiel Álvarez y Vladimir García. Por cierto, en el caso de Cepeda será su cuarta incursión en el evento, mientras que Despaigne y García asistirán por tercera vez. Un sexto hombre, el derecho Miguel Lahera, había comparecido a la edición de 2009.

Ahora, a lo que iba. Preguntas y respuestas sobre casos particulares. Ausentes e incluidos en la picota pública. Allá voy.

¿Por qué NO está…

Yordanis Samón: Por fatal. El octavo mejor bateador histórico de la pelota insular se mudó a Matanzas esperanzado en burlar el fatalismo geográfico oriental y debutar en un team Cuba que, inexplicablemente, siempre le ha sido esquivo. Para desgracia suya, su ex equipo –ese que él había abandonado dizque con inquina- ganó por primera vez el título doméstico, y la venganza quedó servida como plato fuerte. Roma no paga traidores, ni Granma tampoco.

Dainier Gálvez: Por error. No hay un segunda base más completo en el país, pero los seleccionadores decidieron convocar a un solo camarero, el desbordado Carlos Benítez, y darse el innecesario hartazgo de llevar al antesalista Jefferson Delgado.

Yunior Paumier: Por pifiar. El infielder de Holguín siempre ha sido bueno con el madero al hombro, mas ahora vivió la peor campaña de su vida. Así y todo, jugó como tercera titular y segundo en el line up durante la Serie del Caribe en Culiacán. Bateó poco, pero presumo que ello no lo iba a dejar fuera del Clásico. La causa de su exclusión hay que buscarla en el error en tiro que propició la única (y decisiva) carrera de México en las semifinales. Fue la gota que desbordó la copa.

Yorbis Borroto: Por perder. La final Ciego-Granma era también una final Borroto-Manduley. Habida cuenta de que Alexander Ayala estaba “sembrado” en el campo corto del equipo, se trataba de un todo o nada para ellos. Si triunfaban los Tigres, Borroto tendría pie y medio en el Clásico. De hacerlo Granma, la posterior designación de Carlos Martí al frente del Cuba implicaría la selección de Manduley. Esto último fue lo que pasó, y adiós al avileño.

Julio Pablo Martínez: Por lo mismo. Es decir, que el Ciego-Granma le pasó factura, al igual que a Borroto. JP tenía que derrotar a Roel Santos, un jardinero zurdo como él, rápido como él, chocador de bola como él, y no lo hizo.

Frank Luis Medina: Por no sé qué razón. Decía Bob Lemon que las dos cosas más importantes en la vida son los buenos amigos y un sólido bullpen. Medina, dueño de la mejor sinker del país, aportaba muchísimo en el segundo caso.

Jonder Martínez: Por descartado. Está claro que Martínez no interesa ya entre los encargados de elegir, pese a que sigue siendo ganador (12-3 este año, con 2.77 de carreras limpias. Encima, 0.87 de efectividad en los play off). Ojo con esto: el staff anunciado está corto de pitchers capaces para los relevos intermedios.

Invirtamos ahora la pregunta.

¿Por qué SÍ está…

Frederich Cepeda: Por necesario. Ha sido el hombre grande del Cuba en este siglo. Kindelán, sin la fuerza de aquel. Omar Linares, sin el talento de éste. Olvidemos su seguidilla de lesiones: si está en condiciones siquiera de levantar el brazo, hay que llamarlo a filas.

Yosvani Alarcón: Por sentido común. En un país donde las dos terceras partes (o más) de los estelares se han largado, sería absurdo prescindir de los servicios de un bateador de raza solo porque corrió sesenta pies y seis pulgadas, agarró al lanzador y le aplicó una técnica de lucha. Como dice mi amigo Ismael Sené, si en Grandes Ligas suspendieran por un año a todo el comete alguna indisciplina, el campeonato se acabaría, a más tardar, en julio.

Jefferson Delgado: Por afortunado. El muchacho bateó bien en la Serie Nacional, pero enseñó limitaciones defensivas graves -casi inverosímiles- en materia de pensamiento táctico. Es patético que ocupara una plaza en detrimento de Gálvez.

Yoelkis Céspedes: Por granmense. Aunque, a decir verdad, también porque hizo su trabajo en la Serie del Caribe. Veloz y con un mosquete en el brazo, el hermano de Yoenis (la estrella de los Mets) es el primer caso que recuerdo de un jardinero que se cuela en el Cuba acabado de cumplir su temporada de novato. El hecho de haber tenido a Martí tras el timón de mando lo ayudó, es verdad, pero también él hizo por sí mismo.

Freddy Asiel Álvarez: Por rutina. En Cuba tenemos la costumbre de asignarle plaza fija a ciertos peloteros, más allá de que una y otra vez se queden por debajo de las exigencias en eventos internacionales. Este es uno de ellos.

Yoanni Yera: Por zurdo. A día de hoy, es nuestro único abridor respetable de la llamada “mano equivocada”. Lo que ocurre es que allá no va a encargarse de las aperturas –para eso se postulan Lázaro Blanco y los dos Vladimir, García y Baños-, y me surge la duda de si el matancero será un pitcher adecuado para cumplir funciones de relevo.

Yosvani Torres: Por merecimiento. Ha tenido una mala campaña, mas se sabe de la entrega que pone en los entrenamientos y el coraje que le asiste para pedir la bola en balaceras. Supongo que los técnicos esperan que este mes se revierta su estado de forma.

Leandro Martínez: Por capricho. Entre los técnicos nacionales se ha impuesto con esa fuerza más la teoría de que los equipos tienen que llevar a varios lanzadores zurdos, a despecho de si les asiste o no la calidad. El de Granma es un pitcher limitado en grado sumo, descontrolado a ratos y con envíos en ralentí. No creo yo que solo porque hace unos días tirara par de entradas dignas frente a Venezuela, sea argumento suficiente para darle la plaza que se pudo conceder a otro serpentinero –no importa de qué mano- con superiores prestaciones desde el box.

RECUADRO:

El Cuba al Clásico Mundial tiene promedios de 29.4 años y 9.8 Series Nacionales. En el roster aparecen cinco zurdos y un ambidextro. Once de los dieciséis equipos del patio tienen representación en la plantilla, con destaque para Granma (7), Pinar del Río (5) y Matanzas (4). Mayabeque, Cienfuegos, Guantánamo, Isla de la Juventud y Santiago de Cuba, carecen de presencia en el conjunto.

¿Qué opinas?

COMENTAR

Archivado en:


¿Tienes algo que reportar?
Escribe a CiberCuba:

editores@cibercuba.com

 +1 786 3965 689