¿Cómo hacen los humoristas cubanos para hablar de “quien tú sabes” sin buscarse problemas?

El popular comediante cubano Ricardo Isidrón (Mariconchi) reconoce que, aunque es un gran riesgo hacer alusiones satíricas al recién fallecido gobernante Fidel Castro, no son pocos los artistas que han desarrollado “tácticas” para tocar el tema sin ser censurados.

"Un comediante en el escenario podría gritar, '¡Abajo Fidel! Y después de unos segundos... '¡Martínez!".

En entrevista a la revista digital Vice, el célebre Mariconchi comentó que los cubanos hacen chistes sobre Castro con frecuencia pero en privado, “no en público”. Los comediantes, por otro lado, se las “tienen que ingeniar para contar chistes sin mencionar nombres”.

Isidrón, que durante los últimos 18 años ha estado produciendo el show “La Esquina de Mariconchi” en La Habana, explica algunas de estas tácticas ingeniosas: "Un comediante en el escenario podría gritar, '¡Abajo Fidel! Y después de unos segundos... '¡Martínez!".

Otra forma de referirse al líder es hablando de "la barba", apunta la publicación, un código que todos en La Habana entienden. De igual forma, un comediante podría jugar con el hecho de que todo el mundo sabe que Fidel nació en agosto. La persona podría decir, "Déjame ver tus señales en las estrellas", y proceder a leer un horóscopo mordaz acerca de los Leos.

Ese tipo de artimañas son necesarias en un país donde, a diferencia de muchos países occidentales, los comediantes no tienen libertad de expresión garantizada. Así como los cubanos han tenido que lidiar con escasez de comida y de otros recursos durante décadas, los comediantes de esta isla tienen que usar su creatividad a la hora de hacer bromas políticas, destaca Vice.

Por otro lado, el también humorista George Smilovici, nacido en Cuba de padres rumanos y que se presenta con regularidad en Australia, considera que “políticamente, hay algunas cosas de las que no podemos hablar. En el escenario, ellos (los cubanos) esperan la verdad. Y respetan a cualquiera que salga y diga la verdad. De eso se trata la comedia: explotar las burbujas", dijo a la revista.

"No hay tiempo para lo políticamente correcto, tienen otras cosas de que preocuparse. Cosas mucho más importantes", expresó.

Para Smilovici, "en un país donde la gente sufre, donde hay tantos problemas, necesitas tener humor… El humor no es un lujo, como lo es en Australia. Los pobres sufren más. Los pobres necesitan más comedia".