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¿Cuánto ha cambiado la familia cubana?

La familia en Cuba hace rato que dejó de ser un modelo donde se privilegia la fórmula “mamá, papá y nené”.

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Foto © Vanguardia

Este artículo es de hace 7 años

Recientemente, el Gobierno cubano publicó una serie de medidas con el fin de incentivar la natalidad en Cuba, de ahí que el diario Juventud Rebelde haya comenzado una investigación con el fin de determinar cómo ha cambiado el concepto de familia en la Cuba de hoy.

Algunos de los motivos por los que en la Isla se retrasa el momento de tener hijos no difieren mucho de los que se emplean en otros países, incluso desarrollados: las inseguridad económica y las metas profesionales de ambos miembros de la pareja.

Un tercer rasgo, sin embargo, parece ser un elemento endémico de la Isla: la convivencia intergeneracional en una misma vivienda, lo que puede generar conflicto y llevar a aplazar la decisión.

La familia en Cuba hace rato que dejó de ser un modelo donde se privilegia la fórmula “mamá, papá y nené”, “las familias se han vuelto más complejas en su composición y funcionamiento”, argumenta la citada publicación.

Un dato significativo es que ha aumentado notablemente el número de personas dependientes, ancianos de los que se han tenido que hacer cargo en muchos casos los hermanos que no han emigrado al extranjero, fenómeno que también ha influido en la "reconstitución" y "readaptación" de muchas familias.

No obstante, también es cierto que la migración de miembros de la familia suele incidir positivamente en la economía familiar, a través del envío de remesas y de otras ayudas.

En otro orden, una de las investigadoras consultadas por Juventud Rebelde, precisa: “La formación de valores se ha deteriorado en la familia y la sociedad, expresa la Doctora, e ilustra cómo esa responsabilidad —siempre compartida con la escuela—debe adecuarse también ahora al escenario de las nuevas tecnologías. Por ello, es necesario potenciar el reforzamiento del vínculo hogar-escuela, que en los últimos años se ha visto deteriorado”.

A las dificultades de vivienda, y el aumento de la cifra de mayores que han quedado solos o dependientes de sus hijos, se suma la falta de círculos infantiles que satisfagan las necesidades de la mujer trabajadora.

u(foto: juventudrebelde)

Otro tema que también ha impactado en “la familia cubana” es la actualización del modelo económico cubano “pues, en aquellos núcleos familiaresen los que se escoge al cuentapropismo como forma de trabajo, los miembros cambian de su rol de consumidores a un papel de productores”.

Ello conlleva cambios hacia el interior de las familias, "en aspectos tales como la situación económica y las relaciones de poder, que pueden incluir mujeres contratadas informalmente por sus esposos como ayudantes del negocio, en una condición de dependencia".

Otro apartado indica que en muchos casos se impone el reto de que los menores vivan con sus abuelos, "con los efectos positivos que eso trae, pero igualmente con la condición de lidiar con estereotipos tradicionales que pueden inculcarles a sus nietos".

A ello se suma el aumento de la tasa de divorcios ―Cuba tiene una de las más altas de América Latina― que casi siempre deriva en nuevas uniones consensuales, lo que supone que “se reconstituyen las familias con nuevos miembros que deben enfrentarse a los límites de sus roles de poder”.

Algunos datos interesantes sobre el funcionamiento "familiar" en Cuba (foto: juventudrebelde)

Otro fenómeno es el de la maternidad “independiente”, aunque no abunda en Cuba por el mismo factor económico de origen, que frena muchas veces esa intención.

El aumento de hijos fuera del matrimonio es una cuestión en ascenso que ha generado dificultades legales y conflictos entre los miembros de una o varias familias, según destaca el citado artículo

Otra de las novedades es el surgimiento de familias integradas por personas del mismo sexo, quienes se convierten en padres o madres de menores de edad que deben insertarse en una sociedad que todavía es homofóbica, en buena medida.

(foto: juventudrebelde)

Otras de las cifras aportadas por la mencionada investigación son:

-Sólo el 1,5 % de los 7 711 encuestados vive independiente, y no llega a la tercera parte del total quienes lo hacen con su pareja.

-Además, un 42,6 % de estos no dispone siempre de una habitación con privacidad. Todo eso contribuye a ralentizar su emancipación.

-Vivir independiente con la pareja es una de las aspiraciones más mencionadas en las investigaciones del CESJ, sobre todo para quienes poseen entre 20 y 24 años.

-Tener un hijo se revela como plan de los y las jóvenes entre 25 a 34 años de edad, aunque la tendencia es la postergación de ese momento.

-De igual manera, no hay una correlación entre el número de hijos deseados y los que logran tener.

-La disminución de las uniones legales por el matrimonio en los menores de 30 años es ampliamente señalada, aunque no resulta comportamiento exclusivo de este grupo.

-Por otra parte han aumentado las uniones basadas en la consensualidad.

Los resultados de la investigación denotan que las decisiones relacionadas con la conformación de la familia van más allá de los problemas económicos que puedan vivir los jóvenes

También influyen las concepciones sobre las relaciones de pareja, "los proyectos de vida encaminados a la superación y el desarrollo profesional, y la participación de la mujer en la vida pública. La situación monetaria más favorable aparece asociada generalmente a la dependencia económica de los padres o de familiares en el exterior del país".

La falta de comunicación se sigue evidenciando como uno de los problemas más frecuentes en las relaciones interpersonales.

En todo caso, el panorama que se cierne sobre la familia cubana es bastante complejo y, en ese sentido, ya se verá si las recientes medidas tomadas para favorecer la maternidad en Cuba funcionan, o no.

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