Con mucho miedo y pocas ganas enfrentó el nicaragüense René Alvarado al "Ciclón de Guantánamo", Yuriorkis Gamboa en pelea finalizada hace unos minutos en Verona, Nueva York.
Si frío había afuera del Turning Stone Resort & Casino donde se enfrentaban Gamboa y Alvarado, más fríos estaban los guantes del nica, que con muy poca confianza en la estrategia, terminó por lucir no mal, sino pésimo.
A excepción del 7mo asalto, Gamboa fue una sombra durante todo el combate para el hijo de la tierra de Sandino, aunque en el último asalto cayó a la lona.
Fue esta una caída "rara", pues Gamboa quedó fuera de balance en un intercambio, e iba cayendo, cuando recibió un ligero golpe del nica, pero el árbitro no lo entendió así, y le contó como en la escuela, aunque no hasta el diez, si no hasta el ocho.
En realidad mostró poco Gamboa, que tuvo que subir once libras en las últimas horas, lo que presagiaba sería un peligro para él.
Pero con oficio y maña, hizo el deber el cubano, aunque el combate se mostró soso y al menos en cada inning el público se animó a abuchear a los contendientes en busca de un poco de acción.
"Tuve que ajustar mi estilo al de él, pues se mostró agresivo," dijo Gamboa de su rival.
El medallista de oro olímpico, quien se encuentra ahora bajo la égida de Golden Boy Promotion, busca un "renacer" en su carrera, pero ya los años pesan un poco sobre sus espaldas. O mucho.
Aunque se ha quitado "la herrumbre" de encima, cinco peleas en tan solo cuatro años es muy poco para un boxeador como Gamboa; un ciclón que una vez encandiló al mundo del boxeo, a base de potencia, velocidad, y esquiva.
Finalmente los jueces dieron su voto, y este fue unánime con los cartones "cantando" 97-93, 97-92 y 97-92 a favor del cubano, que no lució - en lo absoluto - ni una mínima imagen de aquel ciclón que un día fue.
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