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La Organización de Naciones Unidas (ONU) finalmente ha concedido el estatus de refugiados ayer ―jueves 1 de junio― a un grupo de ciudadanos cubanos que protestaban, desde hacía aproximadamente una semana, frente a las oficinas de esa institución en Trinidad y Tobago.
Buena parte de los manifestantes llevaban meses esperando por una respuesta, tras haber realizado las gestiones pertinentes para solicitar refugio político en ese país caribeño.
Tras el fallo favorable, ahora se encuentran bajo la protección del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), y aspiran a rehacer su vida en un tercer país, todavía por determinar.
En su nueva condición de “refugiados”, este grupo de cubanos está protegido de una posible deportación o de su envío a cualquier país en el cual puedan “ser oprimidos”.
Hace días, algunos funcionarios de ACNUR habían atendido, de manera informal, a los cubanos concentrados a las puertas de la institución. En aquella oportunidad reiteraron que, por el momento, no disponían de una solución para ellos.
No obstante, la insistencia en la protesta, y el paso de los días, ha dado frutos finalmente.
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