Varios analistas y observadores reunidos hace algunas horas en Tampa, Florida, coincidieron en afirmar que al presidente Donald Trump no le será nada fácil revertir la política hacia Cuba trazada por la administración precedente de Barack Obama.
Aún cuando diversos medios haciéndose eco de declaraciones dadas por fuentes vinculadas a la administración republicana, aseguran que la próxima semana Donald Trump anunciará un cambio radical en los "negocios" con la isla caribeña, Albert Fox, fundador de la Alianza con sede en Tampa para la Fundación de Política Responsable hacia Cuba, dijo que "esto no es más que propaganda," pues cualquier otra política que pueda trazar el Presidente Trump "no conseguirá un mejor trato con los cubanos que los logrados por Obama', dijo.
Buena parte de los que promueven una revocación de las políticas de flexibilización anunciadas desde el año 2014 por Barack Obama, parten del hecho que "se hicieron muchas concesiones al gobierno de los Castro."
Fox cree, por ejemplo, que la retirada de Cuba de la lista de países terorristas, no fue una consesión al régimen cubano.
"Ellos no pertenecen a esa lista," dijo Fox, al tiempo que agregó.
"Y permitir que los estadounidenses viajen a cualquier país del mundo según se nos antoje, tampoco es una concesión."
Por su parte, Rafael Pizano, un portavoz de la línea dura de Trump, dijo que ellos necesitan ver alguna muestra de "buena voluntad" por parte del gobierno cubano.
"Necesitamos ver algo a cambio de lo que nuestro gobierno ha dado; queremos ver la libertad de reunión entre los cubanos, y que los disidentes puedan compartir y expresar sus opiniones."
Sin embargo, a pesar de todo, y a pesar de que aún mucho antes de que Trump llegase a la silla presidencial ya se habían dado indicios de que su estrategia política y económica hacia Cuba iba a ser bien diferente a la trazada por su predecesor, la verdadera estrategia de Trump no debe ser la de revertir lo hecho por Obama.
Al menos así opina John Kavulich, uno de los tradicionales "lobistas" en apoyo a la reanudación de relaciones entre los dos países.
Kavulich, presidente del Consejo Económico y Comercial EE.UU.-Cuba, cree, como muchos otros partidarios de la normalización entre ambos gobiernos, es que se han logrado cosas positivas, como por ejemplo, nuevas relaciones, no solo en materia de viajes, sino también en esferas ciéntificas, otras de investigación y las artes. Relaciones que, a pesar de las campanadas de mal augurio se han mantenido.
Revertir todo eso, cree Kavulich, va a ser mucho más difícil que lo que se ha logrado en estos 30 meses.
con información de Tampa Bay
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