Geisha Williams se convirtió el pasado mes de marzo en la primera mujer cubanoamericana que dirigía una empresa Fortune 500, el ránking que reúne a las 500 empresas con mayores ingresos en Estados Unidos.
"Al principio de mi carrera la gente como yo no manejaba empresas, ciertamente no las mujeres, ciertamente no latinas, ciertamente no inmigrantes. Así que mis aspiraciones no eran particularmente elevadas. Honestamente, fue como ser golpeada por un rayo", confesó Williams en una entrevista con 'Revista Vive Latinoamerica'.
Su nombramiento no solo culmina una historia de superación sino que también sirve para ilustrar algunas cifras, puesto que actualmente los hispanos ocupan menos del cuatro por ciento de puestos ejecutivos en las empresas Fortune 500, según las cifras de la organización The Hispanic Association on Corporate Responsibility (HACR).
En su caso ha entrado en la élite directiva con su nombramiento en la empresa PG & E Corporation, una de las más importantes del mundo en el sector del gas natural y la electricidad.
Salida exprés de Cuba con cinco años
Esta migrante cubana vio cómo su vida cambió drásticamente con cinco años, edad con la que tuvo que salir de Cuba a la carrera.
Junto a su familia llegó a St. Paul (Minnesota) en pleno invierno, con la ropa justa y sin hablar inglés. Esa ciudad inicial fue la antesala de su estancia en Union City, New Jersey.
Su madre se dedicaba a hacer manualidades, mientras que su padre trabajaba en una fábrica y lavaba platos por la noche. "Venir a este país desde Cuba nos proporcionó una libertad y una oportunidad que era aún mayor de lo que imaginábamos", aseguró al citado medio.
"Cuando era niña, mi madre insistía en que leyera libros en español como una manera de construir mi vocabulario y mejorar la estructura de mis oraciones y mis habilidades gramaticales. Estoy muy agradecida de que tomaran esa decisión; hablar bien español siempre me ha beneficiado. Hablar un segundo idioma es un privilegio. Hablar español, que es una lengua tan hermosa y rica, es un regalo", añadió Williams.
La familia comenzó a prosperar hasta que pudieron abrir dos pequeños negocios de comestibles, "La Guajira" y "La Milagrosa". Allí trabajó como cajera mientras seguía estudiando. En ese lugar familiar se adentró en el mundo de los negocios.
Comienzos profesionales
Un día en la universidad vio un cartel en el que se pedían pasantes para integrarse en la compañía eléctrica Florida Power and Light Company, empresa en la que desarrolló una trayectoria de 24 años.
Fue en 2007 cuando Williams dejó la Florida para trabajar en PG & E Corporation, una compañía que proporciona servicio eléctrico a 15 millones de personas en California.
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