APP GRATIS

El podólogo Serafín Barca, uno de los últimos profesionales con despacho privado en Cuba

Barca pertenece al grupo de los pocos profesionales de la salud que se recibieron hasta el año 1963 y a quienes el Estado le permitió mantener sus despachos particulares.

Podologos © Cubahora
Podologos Foto © Cubahora

Este artículo es de hace 6 años

Radicado en La Habana, Serafín Barca es uno de los últimos especialistas que tiene un consultorio privado autorizado en Cuba.

Barca pertenece al grupo de los pocos profesionales de la salud que se recibieron hasta el año 1963 y a quienes el Estado le permitió mantener sus despachos particulares.

“Uno trabaja con más calidad. Si viene un paciente y lo tratas mal y no regresa, te quedas sin él”, dijo a la agencia AP el podólogo que puede cobrar hasta un dólar por más de media hora cortando callos y tratando una verruga plantar.

Pese a las transformaciones en el modelo económico cubano, iniciadas hace unos años bajo el mandato del presidente Raúl Castro, algunos profesionales de la isla como ingenieros, abogados y médicos continúan sin poder fundar sus propios despachos privados.

Según recoge la AP, varias personas creen que la práctica privada de la medicina mejoraría el servicio de salud y aliviaría la carga al Estado, que podría concentrarse en las cirugías y tratamientos complejos que requieren mayor tecnología.

Muchos también se quejan de que la calidad del servicio se ha visto afectada por el envío de médicos a misiones en Venezuela o Brasil. Paralelo a ello, las autoridades cubanas critican que estos profesionales se trasladen a Estados Unidos y otros países en busca de mejores salarios y condiciones de vida. Sin embargo, no hay señales en Cuba de una apertura para este sector.

“Tengo necesidad de atender mis pies. Podría ir al policlínico pero las veces que fui ellos dicen que no tienen materiales”, dijo a AP Martha García, una jubilada de 72 años que visita a Barca desde hace más de una década.

Para Mayra Hernández, de 55 años y paciente de Barca, los servicios de este tipo en los hospitales estatales no tienen la calidad requerida. Una vez, en un consultorio "salió el especialista y dijo 'tengo cinco bisturís y nada más'", explicó.

El reportaje apunta que las consultas médicas en Cuba tienen precios muy bajos en relación con las de otros países de la región. Según indicó el Estado a través de su propaganda para la concientización, una radiografía ronda los cuatro dólares, una resonancia magnética unos 32 y una cirugía de vesícula biliar alrededor de 36. Sin embargo, hay que recordar que el salario promedio de un cubano es de 20 dólares.

“A mí me gusta mi profesión. La vista la tengo bien y el pulso también”, dijo Barca, que atiende cuatro días a la semana durante siete horas y los turnos son tan solicitados que debe rechazar pacientes por el volumen de trabajo.

“Egresé precisamente en el 63, el Estado estaba dando locales y yo solicité este mismo que usted ve. A todos los que tenían consulta privada los dejaron trabajar hasta que se jubilaran o murieran. Aquí estaré hasta que me muera”.

¿Qué opinas?

COMENTAR

Archivado en:


¿Tienes algo que reportar?
Escribe a CiberCuba:

editores@cibercuba.com

 +1 786 3965 689