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La prensa oficial cubana critica la calidad de las almohadillas sanitarias que distribuye el Estado

Las "íntimas"que se reparten en las farmacias de la Isla, además de la falta de calidad en la elaboración, no alcanzan para cubrir los ciclos menstruales.

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Este artículo es de hace 6 años

El portal oficial de noticias Cubadebate publicó un artículo donde critica la calidad y cantidad de las almohadillas sanitaras -conocidas como "íntimas"- que proporciona el Estado cubano a las mujeres.

Las "íntimas" que se reparten en las farmacias de la Isla, además de la falta de calidad en la elaboración, no alcanzan para cubrir los ciclos menstruales. Además, en las tiendas en CUC el costo de estas es demasiado alto en relación con los ingresos de las personas.

El Estado garantiza un paquete de almohadillas sanitarias cada 28 días por un precio de 1.20 pesos en moneda nacional desde los 10 años y hasta los 55, pero en la mayoría de los casos esa cantidad no es suficiente.

De acuerdo con el doctor Ernesto Quesada, ginecólogo en un hospital de La Habana, el ciclo promedio de una mujer es de tres a siete días, y para evitar la formación del mal olor y que las bacterias afecten la zona se debería cambiar la toalla sanitaria, máximo cada seis horas.

Las mujeres muchas veces en Cuba tienen que terminar su ciclo menstrual comprando íntimas a revendedores o en las tiendas en divisas, pues los paquetes de almohadillas que se distribiyen a la población contienen solo 10.

La única productora de almohadillas sanitarias en la Isla es la Empresa de Materiales Higiénico Sanitarios, MATHISA. La ingeniera Yaimara Díaz Placeres, directora de la UEB Almohadillas Mariposa Habana, dijo a Cubadebate que la empresa produce cuatro tipos de surtidos: la Mariposa con alas, la Mariposa anatómica, las súper finas con alas y las súper fina anatómica.

Actualmente se distribuyen las almohadillas súper finas con alas, que tienen en su núcleo pulpa de celulosa y súper absorbentes, un líquido sólido que gelatiniza cualquier tipo de fluido y le da mayor absorción.

Según la ingeniera, “la almohadilla no es fina por una cuestión de mala calidad o porque se usen menos recursos para economizar. Al contrario, se hacen así para beneficiar a la mujer”. No obstante, las entrevistadas muestran gran insatisfacción con dichos productos.

Laritza Domínguez, de Centro Habana, comenta: “A mí nunca me alcanzan, tengo que comprar paquetes a sobreprecio. Normalmente cuestan 10 pesos cubanos y cuando se pierden hasta 15”.

Para Sandra Ferrer, del municipio Diez de Octubre, las almohadillas las están realizando demasiado delgadas. “A veces se pasan buenos sustos con ellas en la calle, debían aumentar la cantidad de relleno que tienen”.

A una opinión como la anterior Emma Hernández Ibarra, directora general de la Empresa Nacional, responde: “El país tiene que acceder a las súper finas porque es la opción que media entre todos los tipos que existen y es la que más se acerca a lo que la mayoría de las mujeres usan y necesitan”.

Según afirman, el modelo fino garantiza comodidad por su grosor y su promedio de duración es de cuatro horas.

No obstante, la empresa reconoce “que deben seguir trabajando en la calidad y en la diversidad de los surtidos” que se distribuyen en el país.

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