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La Oficina del Historiador de La Habana lleva ocho meses restaurando la estatua dedicada a Máximo Gómez, ubicada en el Malecón. Según publica Juventud Rebelde, pese a que la Empresa Constructora Puerto de Carena da mantenimiento a este conjunto escultórico firmado por el italiano Aldo Gamba, una vez al año, se hacía necesaria una intervención a fondo.
En esta ocasión la rehabilitación se centró en la estructura interna del monumento, que estaba en muy mal estado a causa del salitre. Estos trabajos comenzaron en marzo pasado y no han terminado ocho meses después. La jefa del departamento de inversiones del proyecto Malecón, de la Oficina del Historiador, María Isabel Martínez, confirmó a Juventud Rebelde que la escultura no presenta desperfectos.
Asimismo explicó que ahora están trabajando en las áreas exteriores, cambiando el pavimento que está en mal estado. Los trabajos no culminarán hasta febrero de 2018. Para entonces, habrá iluminación y bancos nuevos y arreglarán las áreas verdes.
El monumento tiene forma de pirámide y una base escalonada. Doce columnas dóricas de mármol soportan la estatua de Máximo Gómez, que mira al mar, "por su condición de extranjero", con un sable en una mano y un sombrero en la otra.
En octubre pasado culminó en La Habana la restauración de la escultura del Quijote, que da nombre al parque de 23 y J, del Vedado. La estatua fue sometida a su tercera intervención desde 1980 porque habían anidado pájaros en su interior y estos habían dañado la obra.
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