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Fundamentos que asisten al pueblo de Cuba

Pedro Acosta desgrana las razones para no hacerle el juego al régimen en las elecciones.

Cubanos, en el Malecón, frente a la lanchita de Regla. © CiberCuba
Cubanos, en el Malecón, frente a la lanchita de Regla. Foto © CiberCuba

Este artículo es de hace 6 años

A casi 60 años de sacrificios y falsas esperanzas a los cubanos nos asisten un cúmulo de razones para no hacerle el juego al régimen en el proceso eleccionario que culminará en febrero del 2018.

Revisemos algunas de esas anomalías:

- El único partido que existe es el que dirige y no autoriza el pluripartidismo, lo que impide organizarnos de acuerdo a nuestros criterios políticos y participar en la contienda electoral.

- Se dice que hay una verdadera libertad de expresión, pero puedes ser detenido por manifestarte públicamente si emites criterios contrarios al régimen.

- Existe libertad de asociación, pero para crear una debes contar con el aval de algún organismo gubernamental y éste se reserva el derecho a decidir si es conveniente o no que esta asociación exista.

- El presidente del país jamás ha rendido cuentas al pueblo de su desempeño. Tampoco lo hace el PCC.

- Ese partido dirige y controla el proceso eleccionario mediante las diferentes estructuras con que cuenta. Es quien designa a todos los niveles las comisiones electorales y las comisiones de candidatura.

- Los candidatos a delegados a las asambleas provincial y nacional no son propuestos por el pueblo, sino por organizaciones que responden a los intereses del PCC y además controladas por éste. Las personas "escogidas" proceden de un listado que les es enviado por las comisiones de candidatura.

- Estas personas –escogidas- pertenecen al PCC o a la UJC.

- Los delegados a las asambleas provinciales y los diputados a la Asamblea Nacional no rinden cuentas ni viven en el lugar por el que han sido elegidos.

- Los núcleos zonales –estructuras del PCC en las cuadras o zonas- se reúnen previamente para designar quién debe ser el delegado de esa circunscripción. También se toman medidas para que si algún disidente pretende presentarse como candidato a delegado, impedir, por cualquier vía, esa posibilidad.

- No elegimos ni proponemos al presidente de la República. Ésta es una facultad otorgada a la Asamblea Nacional y en posibilidad única. Por lo que el presidente del país es elegido por el 0.005% de la población.

- El régimen ha firmado pactos que garantizan los derechos humanos y las libertades individuales, sociales y económicas, pero no ha ratificado ninguno.

- No existe el derecho a huelga. Quienes abandonen su centro de trabajo en reclamo de determinados derechos y mejoras laborales son sancionados por "abandono al puesto de trabajo".

-Existe corrupción generalizada y los dirigentes, en especial los "fundadores", nunca han vivido, ni tampoco sus familiares, a la altura y con el sacrificio que del pueblo exigen, pues viven a expensas del pueblo.

A este cumulo de violaciones a los derechos humanos hay que agregar otros cuestionamientos de orden práctico que afectan la vida del cubano:

- El salario que devengamos no permite resolver nuestras más elementales necesidades materiales y espirituales. Hay que recurrir al robo, la receptación y el desvío recursos.

- El pago al retirarnos no nos permite vivir de manera decorosa. Es necesario para no vivir en la miseria, siempre que sea posible, recibir ayuda de hijos y nietos.

- Tenemos las tarifas de telefonía móvil e Internet más caras del mundo. E inaccesibles para más del 85% de la población.

- Un minuto de conversación mediante teléfonos celulares es de 9.00 CUP, equivalente a una hora del salario de un médico. Una hora en Internet cuesta 25.00 CUP lo que representa el pago de un (1) día de trabajo de la mayoría de los profesionales en el país.

Una muy fehaciente muestra que reafirma lo que aquí apunto es que Raúl Castro, en su conferencia de prensa junto Obama en el año 2015, al referirse a los logros de la su "Revolución" solo pudo decir: "Educación y salud y entre muchas otras más: Educación y Salud”".

Debemos significar que la pretendida gratuidad de la educación y la salud no es real, pues con el salario que se deja de pagar se cobran ambas y sobra para mantener el nivel de vida de la casta dirigente en el país.

Y el más poderoso de los motivos que debemos tener en cuenta es que al participar en el proceso eleccionario del país no estamos siendo consecuentes ni dignos con nosotros mismos. Y especialmente demostrando al mundo que apoyamos un gobierno con el que no estamos de acuerdo.

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